SÁBADO 20 DE SEPTIEMBRE
EL TABERNÁCULO

LEE PARA EL ESTUDIO DE ESTA SEMANA: Éxodo 35:1-36:7; Génesis 1:1; Éxodo 36: 8-39:31; Hebreos 7:25; Éxodo 40:1-38; Juan 1:14.

PARA MEMORIZAR:
“Entonces la nube cubrió la tienda de reunión, y la gloria del Señor llenó el santuario. […] Porque la nube del Señor estaba de día sobre el santuario y el fuego estaba de noche, a la vista de toda la casa de Israel en todas sus jornadas” (Éxo. 40:34, 38).

La principal tarea del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento (y la nuestra hoy) era vivir en estrecha relación con el Señor, adorarlo, servirlo y representarlo correctamente ante los demás (Deut. 4:5-8).

En el Jardín del Edén, Adán y Eva se escondieron de Dios porque su pecado hizo que lo temieran. El pecado hace que los seres humanos teman a Dios, y este temor distorsiona nuestra percepción de su carácter. La buena noticia es que Dios tomó la iniciativa y dio el primer paso para zanjar esta brecha y reparar la relación rota al llamar al pecador a volver a él: “¿Dónde estás?” (Gén. 3:9).

En consecuencia, nuestra misión principal es presentar correctamente el carácter de Dios, sus actos de amor y su justicia a quienes nos rodean. Cuando las personas se sienten atraídas por Dios y están convencidas de su amor, le entregan su vida y hacen lo que él les pide pues reconocen que solo desea lo mejor para ellas.

El Santuario demostró cuán cerca está Dios de la humanidad e ilustró la más grande e importante verdad; a saber, cómo salva a quienes acuden a él con fe.

===================
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
III TRIMESTRE DEL 2025
Narrado por: Miguel Paez
Desde: Bogotá, Colombia
===================
|| www.drministries.org ||
===================