27 DE NOVIEMBRE
EL PRESIDENTE GORDO
«¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios y que no sois vuestros?» (1 Corintios 6: 19, RV95).
Muchas personas se interesan por lo que les sucede a las celebridades, y siguen sus vidas en la televisión, la prensa, la radio o en lo que comparten los blogueros en línea. Los medios de comunicación desentierran los trapos sucios de los deportistas, los actores de cine, cantantes y otros famosos, e incluso del presidente de los Estados Unidos. Parece que los chismes sobre lo que ocurre en la Casa Blanca «se venden bien». Algunos periódicos y revistas se dedican a husmear en la vida privada del presidente o de su familia, y los cómicos y presentadores de televisión se divierten mucho burlándose de los políticos.
Esto no es nada nuevo. Ocurre desde hace mucho tiempo, incluso desde antes de que la televisión y la radio sirvieran para informar de las noticias. Evidentemente, la prensa de la época del presidente Taft también disfrutaba obteniendo la información que pudiera sobre los políticos de su época y estaba dispuesta a pagar por ello. Un ama de llaves de la Casa Blanca llamada Elizabeth Jaffray sabía mucho sobre el vigésimo séptimo presidente de los Estados Unidos. Según la Asociación Histórica de la Casa Blanca, el 27 de noviembre de 1911 escribió en su diario que pensaba que el presidente Taft estaba demasiado gordo. Y aunque el presidente no quisiera admitirlo, con 161 kilos (355 libras), probablemente lo estaba.
Según sus biógrafos, el presidente Taft tenía que dejarse atar los zapatos por un ayudante. Y normalmente se necesitaban dos (o más) hombres para ayudarlo a salir de la bañera. En una ocasión, cuando visitaba al zar de Rusia, sus pantalones se rompieron mientras salía de un carruaje.
Pero el peso de Taft no le impidió cumplir un mandato completo como presidente. Tampoco le impidió convertirse en presidente del Tribunal Supremo una vez finalizado su mandato como presidente del gobierno. Fue el primer y único presidente que ocupó ambos cargos.
Taft fue un hombre muy exitoso, pero aun así debió de ser duro escuchar a la gente hacer bromas sobre él. Incluso todo un presidente de país puede sentirse ofendido. En el versículo de hoy, Pablo parece tener una respuesta para los que se sienten ofendidos: «No sois vuestros, porque habéis sido comprados por un precio>. Todos valemos más de lo que podemos imaginar, porque Jesús dio su vida por nosotros.
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UN SALTO EN EL TIEMPO
Devoción Matutina para Adolescentes 2022
Narrado por: Isa Valen
Desde: Buenos aires, Argentina
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