05 DE ENERO
“CORRERÁN Y NO SE FATIGARÁN”
Los que confían en el Señor… correrán y no se fatigarán (Isaías 40:31, NVI).
La cubanoamericana Rosie Ruiz “ganó” el maratón de Boston de 1980 en un tiempo récord de dos horas, treinta y un minutos, y cincuenta y seis segundos. Hubo una gran algarabía por la victoria de Rosie. Sin embargo, pocos días después, las preguntas comenzaron a surgir: ¿Quién la conoce como corredora? Si es atleta, ¿por qué sus piernas no reflejan la dura preparación que antecede a un maratón? ¿Por qué solo aparece al final de la carrera?
En su libro Run with the Horses, * Eugene H. Peterson cuenta que estas dudas suscitaron una investigación que demostró que Rosie Ruiz era una impostora y que se había incorporado a la carrera cuando faltaba menos de una milla para el final.
En varios pasajes, la Biblia describe la experiencia cristiana como una carrera. En Hebreos se dice lo siguiente: “Corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante” (Hebreos 12:1, RV60). Correr con paciencia, ¿acaso no parece algo contradictorio? Pero aquí Pablo no está hablando de la virtud que nos hace saber esperar, sino de la paciencia que nos mueve a perseverar, a estar firmes cuando las circunstancias parecen completamente desfavorables. Esa “paciencia” que llega después de la tribulación y que produce en nosotros una sensación de esperanza (ver Romanos 5:3, 4) es la que nos motiva a esperar “lo que no vemos” (Romanos 8:25), la que necesitamos para recibir que Dios “ha prometido” (Hebreos 10:36, DHH).
La carrera cristiana no conoce atajos, no hay manera en la que podamos aparecer al final y reclamar el premio sin haber participado de ella. En la carrera de la fe, solo llegará a la meta el que haya corrido con paciencia. Hemos de reconocer que la carrera es ardua, desafiante, que los caminos son angostos y áridos, y que puede que más de una vez estemos tentados a renunciar; pero cuando esos pensamientos de renuncia intenten dominarnos, fortalezcámonos con esta promesa: “Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil… Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán” (Isaías 40:29, 31, NVI). Con semejante poder a nuestra disposición, muy pronto podremos decir: “He acabado la carrera” (2 Timoteo 4:7).

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YO ESTOY CONTIGO
Devoción Matutina Para Adultos 2023
Narrado por: Roberto Navarro
Desde: Montreal, Canada
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