13 DE ABRIL
“SU PALABRA CORRE A TODA PRISA”

Él envía su palabra a la tierra, y su palabra corre a toda prisa (Salmo 147:15, DHH).

Mientras viajábamos de Miami a la Universidad de la Florida, en Gainsville, mi sobrino Jeffrey y yo decidimos parar en una de las áreas de descanso que se encuentran en la ruta. Diez minutos después de haber retomado el viaje, Jeffrey recibió una llamada y, al terminar la conversación, me dijo: “Tío, oiga lo que acaba de pasar. Cuando estábamos en el área de descanso vi un automóvil que me gustó, un KIA Stinger. Así que busqué en Google más detalles sobre el vehículo, ¿y adiviné qué? Acabo de recibir una llamada de una representante de KIA para venderme uno”.
Me asombró la habilidad de Google para pasarle tan velozmente la información a KIA, y también fue impactante la rapidez con la que KIA contactó a mi sobrino. Es innegable que ambas compañías están enfocadas en llevar a cabo su labor, están preparadas para capitalizar toda oportunidad que pueda engrosar su negocio.
El Señor espera con anhelante expectación que cada uno de nosotros pueda emular las virtudes de esas empresas. ¿En qué? En esto: “Estén siempre listos para salir a anunciar el mensaje de la paz” (Efesios 6:15, DHH). La Biblia del Peregrino habla “de la prontitud para el evangelio de la paz”. La palabra griega hetoimasia encierra la idea de “preparación pronta”, de estar listos, dispuestos para la acción; es como si Pablo nos dijera que “siempre hemos de querer contarles a los demás las Buenas Nuevas” del evangelio.* Que hemos de empeñarnos para que el mensaje llegue con rapidez a todas partes es un concepto que también se repite en 2 Tesalonicenses 3:1: “Por último, hermanos, oren por nosotros para que el mensaje del Señor se difunda rápidamente y se le reciba con honor, tal como sucedió entre ustedes” (NVI).
A propósito de esto, nos viene bien recordar esta famosa declaración de Elena G. de White: “Cada verdadero discípulo nace en el reino de Dios como misionero. El que bebe del agua viva llega a ser una fuente de vida. El que recibe llega a ser un dador” (El Deseado de todas las gentes, cap. 19, p. 171). Si los trabajadores de estas grandes empresas están siempre listos para salir a presentar sus productos, ¿no podríamos nosotros hacer lo mismo en lo que respecta a “anunciar el mensaje de la paz”? Ojalá que hoy seamos instrumentos para que la predicación del evangelio llegue con rapidez al corazón de alguien.
* Robert G. Bratcher y Eugene Albert Nida, A Handbook on Paul’s Letter to the Ephesians, UBS Handbook Series (Nueva York: United Bible Societies, 1993), p. 162.

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Devoción Matutina Para Adultos 2023
Narrado por: Roberto Navarro
Desde: Montreal, Canada
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