16 DE SEPTIEMBRE
¡GANARON LOS BUENOS!
“Y se dirá en aquel día: He aquí, este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; este es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación” (Isa. 25:9).
Mi familia y yo solíamos mirar películas después de cenar. Como yo nunca fui de trasnochar, muchas veces me cansaba y me iba a dormir con la película a la mitad. Para no quedarme con la intriga, antes de irme a la cama le pedía a mi papá: “¿Mañana me cuentas cómo terminó?” Papá siempre decía que sí. Sin embargo, a la mañana siguiente, invariablemente y sin importar qué tipo de película hubiéramos estado mirando, mi papá simplemente decía: “Ganaron los buenos”.
“Pero ¿cómo? ¿Qué pasó?” preguntaba yo. “Ganaron los buenos”. Su respuesta me parecía muy breve e insatisfactoria. Sin embargo, tal vez sin saberlo, papá me estaba enseñando una verdad más profunda. La Biblia dice que al final ganarán los buenos. En realidad, como Dios no está atrapado en las redes del tiempo y el espacio, él ya ganó la batalla. Pero a nosotros nos toca esperar… y no es una tarea sencilla. A nosotros nos toca creer en las promesas, cuando aún no podemos ver el final de la película.
En Inglaterra, donde vivo, la gente valora mucho los buenos modales. Los ingleses hacen fila para todo; por ejemplo, para esperar en la parada del autobús y para servirse té y bizcochos. La regla de oro de este país es que por ninguna razón uno debe “colarse”. Meterse en la fila y robarle a otro el turno se considera muy descortés, y es una de las pocas cosas que hacen que un inglés demuestre su enojo públicamente. La vida es como hacer la fila aquí, en Inglaterra. La impaciencia nos tienta a “colarnos”, a abrirnos camino a codazos y empujones, o a salirnos de la fila por completo, pensando que no vale la pena esperar. Hacer la fila, sin saber si para cuando nos toque el turno aún quedarán té y bizcochos, es un acto de fe, de paciencia.
Algunos vamos a esperar y orar durante años por un milagro que tal vez no llegará, mientras observamos a otros llenarse los bolsillos de bizcochos y bendiciones. La verdad es que este mundo no es justo. Jesús nos advirtió: “En el mundo tendréis aflicción”. Entonces, ¿para qué seguir creyendo? Porque Jesús también dijo: “Pero confiad, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). Como decía mi papá, al final siempre ganan los buenos.
Señor, quiero estar lista para el gran día en el que todos los salvos y todos los seres celestiales gritarán triunfalmente: “¡Ganaron los buenos!”

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SIN MIEDOS NI CADENAS
Devoción Matutina Para Mujeres 2022
Narrado por: Sirley Delgadillo
Desde: Bucaramanga, Colombia
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