03 DE FEBRERO
UNA CITA ESPECIAL
El Señor le dijo a Moisés: «Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana, y haz que laven sus vestidos y se preparen para el tercer día, porque al tercer día yo, el Señor, descenderé sobre el monte Sinaí, a la vista de todo el pueblo» (Éxodo 19: 10-11).
¿CUÁNTO TIEMPO ESTUVISTE PREPARANDOTE para una cita que considerabas importante? ¿Notaste que en esas ocasiones se observa hasta el último detalle?
Hacía mucho tiempo que quería conocer a Silvana, pero la situación no se presentaba. Nos cruzábamos muchas veces, pero como no nos conocíamos, ni siquiera nos saludábamos. Me gustaba mucho y me parecía que nunca la podría conocer, porque no teníamos ninguna actividad en común en la universidad que estudiábamos. Un día recibí una invitación para asistir a un cumpleaños y junto con la invitación me anunciaron: «Silvana también está invitada». Desde ese momento, ese cumpleaños fue el único motivo de mis pensamientos. Me encontraba impaciente, nervioso, hasta que finalmente llegó el día. Me bañé sin ningún apuro. Me afeité con mucho cuidado, me peiné unas seis veces y apliqué una buena medida de perfume. Me puse la mejor ropa y al mirar el reloj noté que había estado listo una hora antes del cumpleaños. Para esa ocasión me preparé muy bien, pero si alguien me hubiera dicho que esa noche conocería a la que años más tarde sería mi esposa, hubiera doblado mis esfuerzos en mi preparación.
Faltaban tres días para encontrarse con Jehová Dios y el pueblo debía prepararse. ¡Qué emoción habrán sentido los israelitas! Ese Dios que había obrado maravillas en todo Egipto, que había abierto el Mar Rojo para que el pueblo pasase en seco, que había sacado agua de la roca para calmar su sed y que diariamente los alimentaba, se presentaría al pueblo. Ellos debían santificarse, lavar sus ropas y prepararse para el encuentro con Dios.
Me imagino a los israelitas pidiendo perdón a Dios por cada pecado cometido, reconciliándose con los que estaban enemistados, perdonando o pidiendo perdón por faltas hechas a sus semejantes, lavando sus ropas, ordenando sus tiendas y mirando hasta el último detalle para encontrarse con su Libertador.
Así como ocurrió con Israel, Dios quiere tener un encuentro contigo en este día. Por eso es importante preguntarte: ¿Estás listo para esta cita? ¿Acudiste a la sangre preciosa de Cristo para que te lave de todo pecado? ¿Perdonaste de todo corazón a quienes te ofendieron? ¿Le pediste perdón a quienes les fallaste?
El Dios que te dio su perdón, un propósito de vida y la seguridad de la salvación desea tener una cita especial contigo. Prepárate y disfrútala.

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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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