10 DE ENERO
UNA NATURALEZA QUE LLORA
Sabemos que toda la creación hasta ahora gime a una, y sufre como si tuviera dolores de parto (Romanos 8: 22).
ARGENTINA ES UN PAÍS que muestra en la extensión de su territorio la mano creadora de Dios. Más de 2000 kilómetros a largo de su contorno Este, el territorio está bañado por la inmensidad del océano Atlántico y en todo el largo de su frontera Oeste, posee la majestuosa cordillera de los Andes. Hay provincias que disfrutan temporadas invernales con nieve y fríos extremos, mientras que hay otras que en temporadas veraniegas superan con facilidad los 40° C.
Entre las bellezas autóctonas se encuentran las soberbias Cataratas del Iguazú, el glaciar Perito Moreno y la imponente cima del Aconcagua: la montaña más alta de toda América con sus 6959 metros de altura. Vastos desiertos, bosques exuberantes, extensas playas, ríos caudalosos y tranquilos arroyos, montañas, sierras y lagos, muestran con belleza inigualable el toque creador de Dios.
Así como Argentina, son numerosos los países que muestran con orgullo sus bellezas naturales. Porque, aunque el hombre haya construido cantidad de rascacielos, torres y puentes, todavía cautivan la atención paisajes exóticos y llamativos que fueron hechos por un Diseñador. La mano creadora de Dios reflejada a través de la naturaleza, aunque sienta el peso de seis milenios de pecado, todavía causa admiración a los mortales.
Tristemente, el hombre está destruyendo la naturaleza, y así como lo dijo Pablo, nosotros también podemos ver que «toda la creación hasta ahora gime a una, y sufre como si tuviera dolores de parto». Derrames cuantiosos de petróleo que afectan a los seres vivos y contaminan las aguas, desechos nucleares, tala indiscriminada de bosques, contaminación de napas con sustancias purificadoras de metales, extinción de especies animales y vegetales y calentamiento global son algunas de las tristes noticias que nos muestran el desprecio que el hombre manifiesta hacia la naturaleza creada por Dios.
Pero dejando de lado las manifiestas obras del pecado y mirando hacia la eternidad, las Escrituras nos aseguran que Dios volverá a recrear todas las cosas. «Cosas que ningún ojo vio, ningún oído escuchó, ni han penetrado en el corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que lo aman» (1 Cor. 2: 9). Si ahora hay bellezas naturales que causan admiración, ¡qué asombroso será ver el paraíso que Dios nos regalará cuando Cristo regrese! No dejes de prepararte día a día para formar parte de él.

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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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