11 DE ENERO
PREDICANDO COMO NOÉ Y COMO PEDRO
El día del Señor llegará como un ladrón en la noche. Ese día los cielos desaparecerán en medio de un gran estruendo, y los elementos arderán y serán reducidos a cenizas, y la tierra y todo lo que en ella se ha hecho será quemado (2 Pedro 3: 10).
TODOS LOS QUE AMAMOS A DIOS y creemos en su Palabra aceptamos como verídico el relato del Génesis y del diluvio universal. Lo creemos no tanto por las evidencias que pueda encontrar la ciencia, sino porque lo dice la Biblia. Pero como vivimos en un mundo impregnado con la gran controversia entre el bien y el mal, los hombres de ciencia en la actualidad niegan los primeros once capítulos del Génesis. Dichos capítulos se toman como una parábola o metáfora de los inicios de la humanidad, pero nunca como históricos. More
John Whitcomb y Henry Morris realizaron una profunda investigación científica para corroborar el relato bíblico del diluvio y a través de una obra voluminosa expresan: «Muchos se preguntarán irreflexivamente qué importancia tiene que el Diluvio realmente fuera global o no […] En realidad, la humanidad sostiene dos filosofías o religiones básicas. Una de ellas está orientada principalmente hacia Dios, el Creador, de quién, por quién y para quién son todas las cosas. El hombre es criatura de Dios, una de las más elevadas de sus criaturas, no obstante, totalmente dependiente de él y responsable ante Él […]
«La otra filosofía básica está orientada principalmente hacia el hombre. Este sistema, que aparece en una variedad casi infinita de formas, supone que el hombre es inherentemente capaz de adquirir por sus propios esfuerzos todo lo que necesita en esta vida presente y en cualquier vida posible en el porvenir […] y la dinámica fundamental de esta filosofía es el concepto de la evolución» (El diluvio del Génesis, pp. 696, 698).
Quienes aceptan «el concepto de la evolución» como válido, niegan que el mundo haya sido destruido por intervención divina y rechazan la idea de una nueva intervención. Pero al igual que Noé, los adventistas del siglo XXI estamos llamados por Dios para anunciar que el mundo nuevamente será destruido por Dios, no con agua sino con fuego. El apóstol Pedro, un adventista que proclamó la destrucción del mundo por fuego, dijo: «Ese día los cielos desaparecerán en medio de un gran estruendo, y los elementos arderán y serán reducidos a cenizas, y la tierra y todo lo que en ella se ha hecho será quemado».
Noé predicó sobre el fin del mundo por agua, Pedro predicó sobre el fin del mundo con fuego. Te invito a que prediques tú también que Cristo está por volver.
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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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