12 DE OCTUBRE
RESTAURACIÓN DESPUÉS DE LA NEGACIÓN
Un poco después, otro lo vio y le dijo: “Tú también eres de ellos». Pero Pedro le dijo: «¡Hombre, no lo soy!» (Lucas 22:58).
AL LEER EN LOS EVANGELIOS LA VIDA DE LOS APÓSTOLES, Pedro sobresale ampliamente del resto debido a su temperamento. Sus preguntas, sus afirmaciones, su relación con Jesús y la influencia que tenía sobre sus compañeros lo ubican como hombre de acción y de asombroso liderazgo.
Pero este gran hombre de Dios que tuvo el privilegio de caminar junto al Salvador, no estuvo exento de cometer errores. Hubo uno en especial, que luego de cometerlo, Pedro se lo reprochó a sí mismo por el resto de sus días. Ese error fue negar a su Maestro en tres oportunidades con tal de salvar su propia vida. Toda la amistad, las circunstancias vividas y el plan de Cristo para su vida, parecieron quedar arruinadas en un momento de debilidad.
En tu caso, ¿negaste alguna vez a Jesús? ¿Puedes afirmar que tus palabras tu ejemplo nunca traicionaron al Salvador? Elena G. White declara sobre este aspecto: «Se niega a Cristo de muchas maneras. Podemos negarle hablando de una manera contraria a la verdad, hablando mal de otros, conversando insensatamente o bromeando, o mediante palabras ociosas. En estas cosas manifestamos poca perspicacia o prudencia. Nos debilitamos a nosotros mismos; nuestros esfuerzos son débiles para resistir a nuestro gran enemigo, y somos vencidos. “De la abundancia del corazón habla la boca” (Mat. 12: 34.). Y por nuestra falta de vigilancia, confesamos que Cristo no está en nosotros» (Joyas de los testimonios, t. 1, p. 159).
El hecho de que la Biblia no oculte los errores de los grandes hombres de Dios tiene el propósito de ayudarnos a comprender una lección importante: la única manera de ganar la batalla contra el pecado es al permanecer con Jesús. La fuerza de voluntad, el firme propósito, las promesas realizadas o el deseo no son suficientes para vencer al enemigo. Solo el Espíritu de Cristo en nuestro corazón puede ayudarnos a triunfar sobre cualquier obstáculo y a manifestar con todo nuestro ser que conocemos y amamos a nuestro Salvador.
Pedro negó a Jesús, pero el arrepentimiento y la confesión de su pecado tuvieron tanto valor ante Dios, que Jesús lo restableció dándole un lugar prominente entre los doce enviados. Asimismo, si te sorprendes habiendo negado a tu Salvador en el pasado, recuerda que Dios está dispuesto a perdonarte y a concederte una nueva oportunidad.
Al comenzar este nuevo día de actividades, pídele fuerzas al Padre celestial para que su poder te ayude a mostrar que amas y conoces al Señor resucitado.

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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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