14 DE AGOSTO
PODEROSO EN LAS ESCRITURAS
Por esos días llegó a Éfeso un judío de Alejandría, que se llamaba Apolos. Era muy elocuente, y tenía un sólido conocimiento de las Escrituras (Hechos 18:24).
HAY PERSONAS QUE, AUNQUE FORMAN PARTE DE NUESTRA IGLESIA nunca leen la Biblia y tienen una ignorancia generalizada de la misma. Esa falta de contacto con las Escrituras salta a la vista cuando algunos miembros de iglesia no pueden encontrar los textos que señala el predicador o cuando hacen preguntas que la Biblia explica con total claridad. En muchas ocasiones les hablé a los líderes de iglesia y a la iglesia en su totalidad, sobre la ventaja que obtiene el enemigo cuando ignoramos las enseñanzas sagradas. Cuando las Escrituras son desatendidas, el enemigo encuentra una puerta abierta para penetrar en el corazón y le es más fácil arrastrar a los hijos de Dios de la tentación al pecado.
Silvia conocía de esta falencia generalizada en su iglesia, y como directora de Escuela Sabática inició un programa para incentivar el estudio del versículo de memoria. Cada sábado, niños, jóvenes y adultos eran motivados a decir delante de toda la hermandad el versículo de esa semana, luego entregaba pequeños presentes a modo de incentivo. Daba gusto escuchar a personas de todas las edades esforzarse por retener esas porciones de la Palabra de Dios.
Dejando la iglesia de nuestro tiempo y yendo a la iglesia cristiana primitiva, las Escrituras nos dan una pequeña vislumbre de un hombre que «tenía un sólido conocimiento de las Escrituras». Apolos, un israelita nacido en Alejandría, utilizaba su conocimiento y gran elocuencia, «enseñaba con precisión todo lo concerniente al Señor» (Hech. 18: 25). Como tenía solo el conocimiento de lo enseñado por Juan el Bautista, Priscila y Aquila «lo llamaron aparte y le expusieron con todo detalle el camino de Dios» (vers. 26).
Una vez que Apolos comprendió a quién señalaba Juan el Bautista con su mensaje, viajó a la región de Acaya enseñando «con mucha vehemencia […] con las Escrituras […] que Jesús era el Cristo» (vers. 28). ¡Qué bendición fue el conocimiento bíblico de Apolos para los cristianos del primer siglo!
También en estos días nuestra iglesia necesita de hombres y mujeres que sean poderosos en las Escrituras. Hoy más que nunca la sociedad necesita de cristianos que estén capacitados para «defenderse, con mansedumbre y respeto, ante aquellos que les pidan explicarles la esperanza que» poseemos (1 Ped. 3: 15). Procura establecer un espacio de tiempo diario para grabar en tu mente las enseñanzas bíblicas, porque al igual que Apolos, tú también estás llamado para ser poderoso en las Escrituras.
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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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