15 DE ABRIL
OBRAS PARA CRISTO
En Jope había una discípula llamada Tabita, es decir, Dorcas. Tabita siempre hacía muchas buenas obras y ayudaba mucho a la gente pobre (Hechos 9: 36).
A LO LARGO DE MI MINISTERIO encontré diferentes razonamientos para no brindar ayuda a los más humildes. En algunos casos la negación venía porque el necesitado no era adventista, en otros casos rehusaban ayudar porque la persona «lo gasta en alcohol» y también estaban aquellos que no deseaban compartir porque en el pasado habían sido estafados.
Más allá de cualquier razonamiento, resulta notable en Mateo 25 que Jesús se identificara con los pobres, los hambrientos, los enfermos y los presos. En ningún lugar de la parábola manda a sus seguidores que realicen una investigación para analizar por qué el «desnudo» no tiene ropa o evaluar si el «preso» merece ser visitado. Jesús, sencillamente separa a la humanidad en dos grupos: los que ayudaron a los más necesitados y aquellos que se negaron.
En la Biblia encontramos algunos ejemplos de discípulos que entendieron muy bien este aspecto del evangelio. «En Jope, ciudad que estaba cercana a Lida, vivía una mujer llamada Dorcas, cuyas buenas obras le habían conquistado extenso afecto. Era una digna discípula de Jesús, y su vida estaba llena de actos de bondad. Ella sabía quiénes necesitaban ropas abrigadas y quiénes simpatía, y servía generosamente a los pobres y afligidos. Sus hábiles dedos estaban más atareados que su lengua» (Elena G. White, El ministerio de la bondad, p. 70).
Lamentablemente, una enfermedad le sobrevino y poco tiempo después Tabita falleció. Toda la iglesia lamentó su pérdida. Ella había trabajado con humildad y espíritu de servicio, y aquellos que habían sido objetos de su bondad tocaban las ropas que Tabita había hecho con sus propias manos y no podían comprender porque alguien tan valioso había perdido la vida.
La iglesia, sabiendo que Pedro estaba cerca de Jope, envió a dos hombres para decirle: «que fuera a Jope urgentemente» (Hech. 9: 38). Pedro fue y vio el cuerpo sin vida de Tabita, y junto a él una cantidad de personas que lloraban y le mostraron las prendas que con amor esta fiel discípula había confeccionado. «Entonces Pedro pidió que salieran todos; luego se puso de rodillas y, dirigiéndose al cuerpo, oro y dijo: “Tabita, ¡levántate!” Ella abrió los ojos y, cuando vio a Pedro, se puso de pie» (vers. 40).
La historia de Tabita muestra en pequeña escala la justa recompensa que todo discípulo caritativo recibirá cuando el Salvador regrese a la tierra. Y qué alegría será cuando escuchemos de labios de Jesús: «Todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron» (Mat. 25: 40).
===================
EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
===================
|| www.drministries.org ||
===================
Leave A Comment