17 DE NOVIEMBRE
AYUDA PARA NO CAER
El Señor sabe librar de la tentación a los piadosos, y sabe también reservar a los injustos para que sean castigados en el día del juicio (2 Pedro 2:9).
ALTÉRMINO DEL CULTO DIVINO, GASTÓN SE ACERCÓ Y ME DIJO: «Pastor, necesito hablar con usted. ¿Hay alguna posibilidad de que me visite esta semana?». Tomé mi agenda y anoté el pedido. Durante la semana siguiente fui a visitar a Gastón. Al llegar a su hogar me pidió que conversáramos en el auto para evitar que su esposa escuchara; una vez allí me relató su problema: «Pastor, no puedo dejar de mirar pornografía. Me siento un falso yendo a la iglesia, colaborando en la Sociedad de jóvenes y dirigiendo alabanzas, mientras que, durante la semana, luego que todos duermen, veo cualquier basura por internet. Todos los días me propongo no mirar, pero a la noche la computadora me “tienta” y caigo de nuevo».
¿Es posible resistir la tentación? ¿Estamos los cristianos condenados a aceptar la invitación del diablo para transgredir la ley de Dios? «La tentación no es pecado. Jesús era santo y puro; sin embargo, fue tentado en todo como nosotros, pero con una fuerza y un poder que nunca el hombre tendrá que soportar. En su resistencia triunfante, nos ha dejado un hermoso ejemplo, a fin de que sigamos sus pisadas. Si tenemos confianza en nosotros mismos y nos consideramos justos, se nos dejará caer bajo el poder de la tentación; pero si miramos a Jesús y confiamos en él, invocaremos en nuestra ayuda un poder que ha vencido al enemigo en el campo de batalla, y con toda tentación nos dará una vía de salida. Cuando Satanás viene como una inundación, debemos arrostrar sus tentaciones con la espada del Espíritu, y Jesús nos ayudará y levantará bandera contra él» (Elena G. White, Testimonios para la iglesia, t. 5, p. 402).
Lo que Gastón estaba viviendo no era un problema sin solución. Todos aquellos que le entregamos nuestro corazón a Cristo experimentamos tentaciones que nos invitan a pecar, pero la tentación es solo eso: una invitación a caer. El diablo no nos puede obligar a pecar, solo nos ofrece la oportunidad de hacerlo. Pero como el enemigo es un ser poderoso, debemos acudir a alguien más poderoso que él para vencer. La promesa de hoy es clave para comprender que es el Señor quien libra «de la tentación a los piadosos» y nos da su gracia para que obtengamos la victoria.
¿Identificaste qué tentaciones te llevan al pecado con más frecuencia? Comienza este día de labores entregándole a Jesús tus debilidades espirituales y pídele que cumpla en ti la promesa del versículo de hoy.
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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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