18 DE OCTUBRE
ANSIOSOS POR SU REGRESO
Les dijeron: «Varones galileos, ¿por qué están mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ustedes han visto irse al cielo, vendrá de la misma manera que lo vieron desaparecer» (Hechos 1: 11).
¿TE HAS SEPARADO ALGUNA VEZ DE UNA PERSONA QUE AMAS? ¿Notaste cómo duele y cuánta ansiedad se siente? La primera vez que experimenté el dolor por una separación fue cuando con 15 años dejé mi hogar para ir a estudiar interno a un colegio adventista. El colegio quedaba a más de 1200 kms de mi hogar, así que las visitas para ver a mi familia eran cada tres o cuatro meses. ¡Cuánto deseaba volver a encontrarlos! Extrañaba las conversaciones familiares luego del almuerzo, comidas típicas hechas por mi madre, algunos juegos de mesa que compartíamos con mi padre, reírnos y hablar de todo con mis hermanos. ¡Cuánta emoción y alegría sentía cuando terminaba el período escolar y podía regresar a mi hogar!
Las Escrituras no cuentan los sentimientos que invadieron a los discípulos en el momento de la despedida de su Maestro, pero después de haber compartido la vida con él por tres años y medio, tienen que haber sentido un vacío tremendo. Al ver que Jesús se elevaba y ya no estaría más a su lado, debe haber provocado algún tipo de angustia. ¡Cuánto habrán deseado ver cumplida la promesa: «Vendré otra vez» (Juan 14:3)! Para confortarlos, dos ángeles estuvieron con ellos y les aseguraron: «Varones galileos, ¿por qué están mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ustedes han visto irse al cielo, vendrá de la misma manera que lo vieron desaparecer».
Expresando sus propios sentimientos y deseos de encontrarse con Jesús, Elena G. White nos anima: «Por largo tiempo hemos aguardado el retorno de nuestro Salvador. Sin embargo, su promesa es segura. Pronto estaremos en nuestro hogar prometido. Allí Jesús nos conducirá junto a la corriente viva que fluye del trono de Dios, y nos explicará las oscuras providencias por las cuales nos condujo en esta tierra a fin de perfeccionar nuestros caracteres. Allí contemplaremos, con clara visión, las hermosuras del Edén restaurado. Arrojando a los pies de nuestro Redentor las coronas que él habrá puesto sobre nuestras cabezas, y pulsando nuestras arpas de oro, llenaremos todo el cielo con alabanzas a Aquel que se sienta en el trono» (La segunda venida y el cielo, p. 256).
Los apóstoles esperaron con vehemencia el cumplimiento de la promesa. Elena White y los pioneros adventistas trabajaron arduamente para que Jesús regrese. Y en tu caso, ¿te estás preparando? ¿Estás ansioso de encontrarte con tu Salvador?

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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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