18 DE SEPTIEMBRE
PERDIÓ SU OPORTUNIDAD
Entonces el sumo sacerdote le dijo: «Te ordeno en el nombre del Dios viviente, que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios» (Mateo 26: 63).
EN LA ACTUALIDAD EXISTEN DIFERENTES TIPOS DE JUEGOS que incentivan a la gente a enriquecerse. En la Argentina hay muchos de esos juegos, y la anécdota que contaré hoy es sobre un hombre que ganó el juego llamado Quini 6.
Como era lógico, la casa expendedora del billete esperaba que el ganador se presentara a cobrar una suma superior a los 780 mil dólares, pero el ganador nunca lo hizo. A medida que fueron pasando los días, la casa les fue preguntando a sus clientes e incluso se acercaron a los hogares de clientes poco habituales, tratando de ubicar el paradero del afortunado. Nunca se supo quién fue. Luego de 18 días, de acuerdo a la ley, el premio quedó en manos del municipio sanjuanino y el verdadero ganador perdió toda posibilidad de cobrar esa abultada suma de dinero.
Me puedo imaginar al ganador agobiado por las deudas, apesadumbrado de vivir con lo justo, pasando en reiteradas ocasiones frente a la casa de juegos, ignorando por completo que su vida podría haber dado un salto si hubiera sabido la gran verdad: su billete tenía un jugoso premio.
La historia bíblica registra algunos casos de hombres que pudieron tenerlo todo, sin embargo, no lo supieron aprovechar. Uno de esos personajes fue Caifás, el sumo sacerdote que condenó a Jesús. Este hombre podría haber evitado condenar a Jesús. Al mirarlo con detenimiento, pudo ver la paz que transmitía el Nazareno y le embargó la convicción de que Jesús era de filiación divina. Al instante, desterró despectivamente este pensamiento. Con palabras altaneras y burlonas trató de que Jesús probara su divinidad o que diera explicación de sus enseñanzas. pero todas las exigencias de este hombre orgulloso cayeron en oídos sordos.
Finalmente, Caifás le preguntó a Jesús si era el Cristo, el Hijo de Dios. Al escuchar la afirmativa respuesta de Jesús, el sumo sacerdote pareció enloquece «Estaba furioso consigo mismo por creer las palabras de Cristo, y en vez de rasgar su corazón bajo un profundo sentimiento de la verdad y confesar que Jesús era el Mesías, rasgó sus ropas sacerdotales en resuelta resistencia» (Elena G. White, El Deseado de todas las gentes, p. 655).
Al igual que el ganador del Quini 6, Caifás desperdició la oportunidad que tuvo. Estuvo al lado de Aquel que podía darle vida eterna, pero su orgullo y ambición mundanal le arrebataron el premio.
En este día, nuestro Padre celestial nos acerca la salvación a través de Jesús No dejemos pasar la oportunidad que nos brinda.

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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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