25 DE ABRIL
SUPERANDO LAS TRAGEDIAS
Las mujeres le decían a Noemí: «¡Alabado sea el Señor, que te concedió tener un nieto que te rescatara! ¡Su nombre será celebrado entre los israelitas! Ese niño te infundirá nuevos ánimos, y te brindará apoyo en tu vejez. Tu nuera, que te ama y dio a luz ese niño, es de más valor para ti que siete hijos» (Rut 4: 14-15).
LA VIDA DE NOEMÍ estuvo llena de tragedias. Se casó con Elimelec y con él tuvo dos hijos: Mahlón y Quelión. Tiempo después, por problemas económicos, tuvieron que abandonar las tierras israelitas para ir a vivir en los campos de Moab. En esa tierra pareció por algún tiempo que la situación mejoraría, hasta que el esposo de Noemí falleció.
Años más tarde sus hijos se casaron con mujeres moabitas, pero pasado un tiempo, ellos también perecieron. Noemí se encontraba en una situación desesperante. Vivía en tierra extranjera, había perdido a su esposo y a sus dos hijos, y ahora estaba acompañada solamente por sus nueras.
Aunque todas estas crisis que golpearon su vida le produjeron gran dolor, nunca perdió su fe y su confianza en Dios. Su religión práctica y su devoción por el Dios de Israel, llevaron a una de sus nueras, Rut, a desear lo mismo que Noemí cuando expresó: «Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios» (Rut. 1: 16). Sí, Noemí fue una luchadora. Los golpes que recibió podrían haberla llevado a la desesperación y a la apostasía; pero confió en Dios y él no la defraudó.
Noemí volvió a Israel junto a su nuera Rut. A partir de allí, Dios encaminó la vida de ambas para que Rut se volviera a casar y tuviera un hijo, Obed, que fue criado por Noemí. Fue tal la alegría y el gozo que ella experimentó con la llegada de ese niño, que sus vecinas dijeron: «Noemí ha tenido un hijo» (4:17).
Al igual que Noemí, también nosotros podemos tener tragedias y momentos de dolor. Mientras vivamos en este mundo de pecado siempre estará la posibilidad de vivir una situación que nos angustie, nos aflija o nos traiga pesar. Pero vivir esas experiencias tristes nunca debería ser motivo para apartarnos de nuestro Dios, porque si nos mantenemos fieles, nuestro buen Padre intervendrá para darnos una salida. Dios guía la historia humana y la historia de nuestras vidas. Así como actuó con Noemí llevando bendición, consuelo y amor a su vida, también lo hará con nosotros si nos mantenemos con fe tomados de su mano.

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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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