26 DE ENERO
PEQUEÑAS VICTORIAS
Isaac sembró en aquella tierra y Dios lo bendijo, y ese año cosechó cien veces lo sembrado y se hizo rico y prosperó. Tanto se engrandeció que llegó a tener mucho poder (Génesis 26: 12-13).
«PASTOR, NO SÉ QUÉ ESTOY HACIENDO MAL. Siento que en la vida nada sale como lo planifico y a esta edad, me siento un perdedor». Esas palabras me las decía un hombre de 44 años, que a esa altura permanecía soltero, vivía aún en la casa de sus padres, con un trabajo inestable y con una carrera de periodismo trunca, pues se había extendido por 16 años, ya que nunca había cursado las últimas materias.
Muchas personas no alcanzan a ver que el triunfo de la vida es una sumatoria de pequeñas metas alcanzadas a lo largo del tiempo. El trabajo para alcanzar esas metas se lo podría llamar: siembra. Para cosechar grandes logros, primero es necesario realizar una siembra consecuente.
A través de un libro con lecciones de aplicación práctica, John Maxwell da algunas claves para adquirir el éxito. «La mayoría de los éxitos en la vida se alcanzan con pequeñas victorias que van creciendo y se mantienen con el tiempo. Estar dispuesto a dedicarse por largo tiempo al proceso de alcanzar logros, en lugar de obtener las recompensas inmediatas, le capacitará para ser más intencional. Esto se aplica al crecimiento personal, relaciones, inversiones financieras o éxito profesional» (Las 17 cualidades esenciales de un jugador de equipo, p. 98).
Me imagino a Isaac trabajando diariamente, luchando por alcanzar «pequeñas victorias», con una sonrisa en su rostro, saliendo cada mañana para quitar las malezas, abonar la tierra y preparar las semillas que serían sembradas en su campo. El calor del sol, el cansancio físico o vivir como extranjero entre los filisteos no impidió que Isaac sembrara. Como resultado de su trabajo este patriarca cosechó ciento por ciento donde había sembrado una semilla.
Las Escrituras se encargan de aclarar que además de la siembra realizada por Isaac, la mano de Dios estuvo presente para otorgarle bendición, al punto que «se engrandeció hasta hacerse muy poderoso». Porque realmente funciona así: el esfuerzo humano para alcanzar el éxito sin la bendición de Dios, depende de la suerte. Pero el esfuerzo que se realiza confiando en el Todopoderoso, trae bendición y felicidad, ya que su Palabra asegura: «La bendición del Señor es un tesoro; nunca viene acompañada de tristeza» (Prov. 10:22).
En el día de hoy sal dispuesto a realizar tu siembra. Ya sea en tu trabajo, en tu estudio, en tu vida matrimonial y familiar, Dios está dispuesto a bendecir tu esfuerzo, si con humildad confías en su divina providencia.

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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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