27 DE ENERO
JESÚS ES LA ESCALERA
Entonces tuvo un sueño, en el que veía una escalera apoyada en la tierra, y cuyo extremo tocaba el cielo, y veía que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella (Génesis 28: 12).
YEMINA HABÍA ESTADO ROBANDO A LA IGLESIA. Su esposo era el tesorero y como ella tenía acceso al dinero, teniendo necesidades económicas, sustraía pequeñas sumas de los diezmos y las ofrendas. Esas pequeñas sumas, a lo largo de un año, se convirtieron en una fuerte suma. Sin soportar más el cargo de conciencia, una mañana me llamó por teléfono y me contó, muy arrepentida lo que había estado haciendo y el deseo de restituir el dinero faltante.
En una conversación que tuvimos más adelante, le pregunté por qué había confesado la falta, ya que nadie sospechaba; entonces me contó que no aguanto el peso de la conciencia. Sentir que su mente la acusaba de ladrona era demasiado para ella.
¿Sentiste el peso de tu conciencia por un error cometido? Jacob lo estaba viviendo en carne propia. Buscando la bendición prometida a su abuelo y a su padre, se vistió de engaño para obtenerla. Ahora, sabiendo que había pecado contra su familia y contra Dios, su conciencia no le daba paz. Mientras realizaba su viaje a Padan-aram, al caer el sol, se acostó a dormir, mientras recordaba el grave error que había cometido. Entonces «tuvo un sueño, en el que veía una escalera apoyada en la tierra, y cuyo extremo tocaba el cielo, y veía que los ángeles de Dios subían y bajaban por ella».
¿A quién representaba esa escalera? «Cristo es la escalera que Jacob vio, cuya base descansa sobre la tierra y cuyo último peldaño llega hasta el cielo más elevado; y vosotros deberíais ascender por esta escalera, peldaño tras peldaño, hasta alcanzar el reino eterno» (Elena G. White, Mensajes selectos, t. 2, p. 254). No podía ser de otra manera. Solo Jesús, el amado Hijo de Dios, puede quitar el cargo de conciencia, dar perdón y devolver la paz al corazón.
Es posible que, al momento de estar leyendo esta página, tu conciencia te recuerde algún error cometido. Quizás hayas querido justificarte o simplemente hayas intentado desoír esa voz interior. Pero la verdadera solución para que la voz de la conciencia se acalle está en Jesús. Solo él tiene el poder de unir a los mortales de este mundo pecaminoso con la majestuosa santidad celestial. Solo Jesús puede unir al hombre con su Creador. Solo en Jesús hay perdón de pecados y vida eterna. Jesús es la única escalera para experimentar la gracia divina y alcanzar la inmortalidad.

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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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