31 DE ENERO
¿OLVIDAR PARA PERDONAR?
Como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad, de mansedumbre y de paciencia (Colosenses 3: 12-13).
HABÍA TRABAJADO FIELMENTE POR SU IGLESIA y siempre había dado lo mejor, pero un hermano no valoró su trabajo y lo criticó duramente. Esperó encontrar apoyo en su pastor, pero este le restó importancia al incidente. Sumamente ofendido decidió renunciar a su cargo y nunca más volvió a participar en ningún área de la iglesia.
Cuando llegué al distrito ya habían pasado ocho años del incidente y muchos hermanos recordaban el trabajo fiel y abnegado de ese diácono. Al visitarlo me contó su versión de los hechos con lujo de detalles y luego me dijo: «Pastor, no me puedo olvidar de aquellas palabras y eso me impide perdonar. No sé si hago bien, pero es lo que siento».
Cuando leemos sobre el perdón en la Biblia, Dios, ¿nos pide olvidar para perdonar?
En las Escrituras encontramos algunos ejemplos maravillosos de perdón. José había sido maltratado, humillado, despojado de su hogar siendo un adolescente y vendido para vivir como esclavo. En esa situación llegó a ser un presidiario y vivió así hasta que por intervención divina se convirtió en gobernador de Egipto.
José no había olvidado el daño recibido cuando se encontró con sus hermanos, y luego de la muerte de su padre, sus hermanos (que tampoco olvidaban el ultraje cometido) formaron una comitiva para que José los tomara como siervos y les perdonara la vida. Al escuchar el pedido, José les respondió: «“No tengan miedo. ¿Acaso estoy en lugar de Dios? Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios cambió todo para bien, para hacer lo que hoy vemos, que es darle vida a mucha gente. Así que no tengan miedo. Yo les daré de comer a ustedes y a sus hijos”» (Gén. 50: 19-21). ¡Qué ejemplo maravilloso de perdón!
Las Escrituras no le piden al hombre que perdone después de olvidar el daño. El perdón, al igual que el amor, es un principio que actúa por decisión. Es decir, quien recibió un agravio, debe decidir perdonar, aunque recuerde el daño sufrido. Es verdad que algunas veces el perjuicio es tan doloroso que es necesario dejar que pase el tiempo. Pero esta espera no es para olvidar el daño, ya que hay daños que nunca se olvidan, sino para que la mente se estabilice emocionalmente y esté en condiciones de perdonar al agresor.
La Biblia ubica a Jesús como el ejemplo máximo de perdón y así como él nos perdonó, nos pide que también perdonemos imitando su amor.

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EJEMPLOS Y ENSEÑANZAS DE LAS ESCRITURAS
Devoción Matutina para Jóvenes 2022
Narrado por: Daniel Ramos
Desde: Connecticut, Estados Unidos
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