01 DE ABRIL
LA MESA DE LOS PANES

Pon siempre en la mesa, en presencia mía, el pan que se me consagra (Éxodo 25: 30).

Esta mesa estaba hecha de madera de acacia y recubierta de oro. Tenía a su alrededor una cornisa de oro, medía noventa centímetros de largo, cuarenta y cinco de ancho y sesenta y cinco de alto. Sobre esta se colocaban doce panes de flor de harina en dos hileras de seis panes cada una y sobre cada hilera se ponía incienso puro. Cada pan representaba a una de las tribus de Israel; cada sábado, los sacerdotes ponían nuevos panes frescos y en ese mismo lugar se los comían. Estos panes permanecían siempre en el lugar santo del tabernáculo como una ofrenda al Señor; como un recordativo para los israelitas de nuestra dependencia de Dios tanto para el sustento material como espiritual.
Los panes de esta mesa se relacionan con la Palabra de Dios que debe ser nuestro alimento diario. Jesús dijo: «Yo soy el pan que da vida. El que viene a mí, nunca tendrá hambre» (Juan 6: 35). En esta mesa encontramos una invitación a depender de Jesucristo siempre y permitir que la Santa Biblia sea nuestro alimento diario. Así como en el santuario siempre había pan, nuestra vida solo puede sostenerse cuando Cristo es el centro cada día. Este es un asunto vital, pues si alguna vez no sientes deseo de asistir al templo, no tienes ganas de orar o simplemente muestras desinterés a los temas espirituales, todo esto indica un descuido del alimento espiritual el cual es necesario para perseverar el gozo de ser cristiano.
Haz una pausa y pregúntate: ¿Me alimento constantemente del pan de vida? En el ámbito físico, existen muchas opciones para alimentarnos, pero no todas son saludables; más bien, abunda la comida chatarra y muchos optan por ella. Algo semejante ocurre en el ámbito espiritual, muchos prefieren emplear todo su tiempo para colocar en su mente asuntos triviales como música, películas, series, libros de fantasía, videojuegos, entre otros entretenimientos. Cuando nos llenamos únicamente de esas alternativas, se aminora nuestro deseo de conocer a Dios y adorarlo. Perderemos el apetito por el Pan de vida y en consecuencia estaremos muy débiles en la fe. Por otra parte, cuanto más leemos la Biblia, más gusto le tomamos, disfrutamos estar más tiempo cerca de Jesús y atender su mensaje. Muchas bendiciones te esperan cuando consideras a Jesús como el sustento primordial.

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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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