02 DE JUNIO
RAHAB

«Yo sé que el Señor les ha dado esta tierra a ustedes, porque él ha hecho que nosotros les tengamos mucho miedo. Todos los que viven aquí están muertos de miedo por causa de ustedes» (Josué 2: 9).
Una sorpresiva conversión ocurrió en Jericó, pues Rahab y su familia aceptaron a Dios. Cuando ella recibió y escondió a los dos espías de Israel que abajo en la tierra» (vers. 11). Así reconoció que los dioses de Canaán no tenían poder; estaba segura de que Jericó iba a caer y que a Israel nada ni nadie lo detendría. Aunque a nosotros nos sorprende su determinación, Dios había trabajado en su corazón desde cuarenta años atrás, pues aun sin medios masivos de comunicación, como un noticiero nocturno para enterarse de los acontecimientos mundiales o una red social con noticias virales, el avance de Israel era tema común de conversación. Ella estaba bien informada de lo que había sucedido desde que Dios abrió las aguas del Mar Rojo. «Sabemos que cuando ustedes salieron de Egipto, Dios secó el agua del Mar Rojo para que ustedes lo pasaran» (vers. 10).
Su decisión de ponerse del lado de Dios pudo ser la de otras personas también, sin embargo, la mayoría prefirió seguir confiando en sus dioses, su ejército o sus murallas. En el libro Patriarcas y profetas, pág. 494, leemos en cuanto a esta realidad: «A los habitantes de Canaán se les habían otorgado amplias oportunidades de arrepentirse. Cuarenta años antes, la apertura del Mar Rojo y los juicios caídos sobre Egipto habían atestiguado el poder supremo del Dios de Israel […] Los habitantes de Jericó conocían todos estos acontecimientos». Por lo tanto, la fe de Rahab y su familia destaca como una radiante luz en la oscuridad; incluso, es una de las dos mujeres que se menciona por nombre como ejemplo de fe en Hebreos 11.
La fe de Rahab se demostró en hechos concretos: recibió y protegió a los espías, reconoció al Dios de Israel; imploró por su familia y obedeció la instrucción. La instrucción era clara: colocar un cordón rojo por la ventana de su casa de tal forma que sirviera como señal que al ver los israelitas no atacarían a sus moradores. El cordón rojo representó la sangre de Cristo vertida en la cruz para el perdón de nuestros pecados, librarnos de la muerte eterna y a cambio asegurarnos la vida eterna.
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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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