03 DE JUNIO
FE EN ACCIÓN

«Cuando los sacerdotes que llevan el arca del Señor de toda la tierra metan los pies en el agua, el río se dividirá en dos partes, y el agua que viene de arriba dejará de correr y se detendrá como formando un embalse» (Josué 3: 13).

Según la historia de Israel, Josué pudo usar su vara para que se abrieran las aguas del Jordán como ocurrió con Moisés cuando al movimiento de su vara más el fuerte viento que Dios envió, se abrió el Mar Rojo. Pero Dios quien hace los milagros, los ejecuta en cada ocasión como él quiere. Su poder no se limita a una sola forma, tampoco está encasillado a un mismo método; Dios no es predecible. Hoy puede hacer un milagro contigo de cierta forma, y con tu vecino hacer el mismo milagro, pero con un método distinto.
En esta ocasión, para que las aguas del Jordán se abrieran e Israel avanzara, los sacerdotes tenían que poner sus pies en el agua, entonces el agua se iba a detener. Por lo tanto, Dios esperaba que su pueblo fuera más maduro en su fe y entrara al agua. A diferencia de cuarenta años atrás, cuando los padres de esta generación permanecieron pasivos, como espectadores, antes de que el Mar Rojo se dividiera, ahora ellos estarían activos desde antes que el milagro se concretara.
Un asunto importante antes que el milagro se realizara: cada israelita debía santificarse: Josué dijo al pueblo: “Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros” (vers. 5, RV1995). En otras palabras, para que Dios hiciera «maravillas» a favor del pueblo, todos debían purificarse externamente y consagrarse a Dios en su corazón. Lo mismo espera el Señor de nosotros hoy. Si quieres ser un conquistador, si deseas que Dios cumpla sus promesas en ti y ser testigo de maravillas, también necesitas santificarte, ¿cómo lo logras? La respuesta la dio Jesús: a través del estudio y dependencia de su Palabra. Él dijo: «Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad» (Juan 17: 17, RV1995).
La auténtica fe en Dios es viva y se manifiesta en acciones de obediencia, solo así crecemos. A menos que avancemos por fe y estemos dispuestos a «mojar nuestros pies» ante las órdenes de Dios, vamos a progresar hasta la madurez como cristianos. En la vida cristiana no existe la neutralidad, o avanzamos día a día o pasaremos desapercibidos sin que ninguna maravilla ocurra en nuestro existir. ¿Qué prefieres?
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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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