04 DE DICIEMBRE
EL ESTRÉS
Confiar en un traidor en momentos de angustia es como andar con una pierna rota o comer con un diente picado (Proverbios 25: 19).
En la Biblia no aparece la palabra «estrés», pero si aparece más de cien veces la palabra «angustia». Al estudiar a los personajes bíblicos que padecieron, sin duda que se refiere a estar bajo presión, idea semejante a nuestro entendimiento actual del estrés.
Aunque resulte difícil de creer, esta época en la que nos toca vivir tiene como característica un nivel de estrés desconocido para nuestros antepasados. Así que, a pesar de todos los dispositivos móviles, internet, los automóviles más veloces y una variedad de implementos que proponen facilitarnos la vida… en realidad, han traído como resultado un elevado nivel de la tensión. Puesto que el estrés empieza en la mente, muchos problemas los engrandecemos debido a nuestros razonamientos incorrectos. Afortunadamente, podemos controlar lo que pensamos. Así que el efecto del estrés en la mente es el resultado de nuestros pensamientos o cómo interpretamos los acontecimientos. Aunque las emociones deben reconocerse y aceptarse, básicamente son producto de lo que pensamos. La inmadurez emocional nos vuelve prisioneros de nuestros sentimientos y nos mantiene encadenados a un estrés exagerado. Por eso el apóstol Pablo escribió: «No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también. Así Dios les dará su paz, que es más grande de lo que el hombre puede entender; y esta paz cuidará sus corazones y sus pensamientos por medio de Cristo Jesús» (Filipenses 4: 6-7).
Nuestro cuerpo físico automáticamente reacciona a la presión externa. Si piensas mucho tiempo en tus dificultades puedes enfermar, pero si confías en Dios y aceptas su tiempo perfecto, él te dará su paz. El gran desafío es en quién confiar o a quién acudir cuando estamos bajo presión. El versículo de hoy destaca lo infructuoso que es depender de una persona que no es digna de tu confianza, esto solo incrementará tus problemas.
A causa del estrés, algunas ocasiones te puedes ver tentado a alejarte de Dios. En realidad, cuando luchamos solos, Dios permite que se nos agote el «combustible» para que así acudamos a él. Entonces, cuando estamos exhaustos física y emocionalmente, lo mejor es hacer un alto inmediato y buscar auxilio en Dios.
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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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