04 DE SEPTIEMBRE DEL 2023
UN MILAGRO A FAVOR DE EZEQUÍAS
Cuando las autoridades de Babilonia enviaron a unos para visitarlo e informarse del milagro que había ocurrido en el país. Dios dejó solo a Ezequías, para probarlo y conocer a fondo su manera de pensar. (2 Crónicas 32: 31).
Ezequías empezó a reinar en Judá cuando tenía veinticinco años y fue rey durante veintinueve años. Su nombre significa «Dios es mi fortaleza» y en verdad lo demostró, pues se necesitaba valor para darle el primer lugar a Dios en la vida nacional. Desafortunadamente, el rey enfermó gravemente. El profeta Isaías le confirmó su condición, por lo tanto, le pidió que ordenara su casa, lo que implicaba buscar a su sucesor. En ese entonces Ezequías tendría 39 años, además, siempre se había distinguido por ser fiel a Dios y fomentar la verdadera adoración, con eso en mente, el rey oró así: «”Yo te suplico, Señor, que te acuerdes de cómo te he servido fiel y sinceramente, haciendo lo que te agrada”» (2 Reyes 20:3).
Dios respondió la oración del rey. Mediante Isaías le confirmó que iba a vivir quince años más. Además, le dio un medicamento de una masa de higos para colocarla en la parte afectada de su cuerpo. Dios mismo le aseguró que en tres días iba a estar plenamente restablecido de tal manera que iba a acudir al templo a adorar. Igualmente, le aseguró que él y su pueblo contarían con la protección de la amenaza latente de los asirios (vers. 5-7). Todo se cumplió tal como el profeta lo anticipó.
Pocos días después, ciertos mensajeros del rey de Babilonia, al saber que Ezequías estaba sano, acudieron a visitarlo. Era la oportunidad perfecta para que el rey testificara a favor de Dios. Que le diera el crédito como su Sanador; asimismo, que lo presentara como el Salvador de todas las naciones. Sin embargo, el rey desaprovechó la oportunidad, empezó a mostrar todas sus riquezas y armamento (vers. 12-13). Su actitud desagradó a Dios y una vez más el profeta Isaías acudió, ahora para reprenderlo.
¿Qué podemos aprender de su error? Que Dios aprecia nuestro reconocimiento y gratitud por todo lo que nos da y lo que hace a nuestro favor. Entonces, cuando alguien te visite, en lugar de mostrarle tus trofeos que has obtenido en eventos deportivos, tus diplomas por tus logros académicos o tus compras de tu último viaje de vacaciones, mejor presenta a Dios que te da la fuerza, la inteligencia y los recursos para lograr lo que hasta hoy tienes.

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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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