05 DE ABRIL
EL ALTAR DEL INCIENSO

«Todas las mañanas, a la hora de preparar las lámparas, Aarón quemará incienso aromático sobre este altar» (Éxodo 30: 7).

El altar del incienso era de madera de acacia, estaba recubierto de oro. Era el mueble más alto de los tres del lugar santo. Medía noventa y dos centímetros de alto y cuarenta y seis tanto de largo como de ancho. Sobre este altar se quemaba el incienso todas las mañanas y todas las tardes. Podemos imaginar el aroma tan especial que se esparcía por todo el santo recinto, pues Dios nos demuestra que es un excelente perfumador, él mismo le indicó a Moisés cuáles serían los ingredientes para producir esa fragancia (Éxodo 30:34-38). Además, nadie debía atreverse a falsificar ese incienso, ni intentar ofrecerlo en cualquier sitio.
La primordial enseñanza de este mueble tiene que ver con la importancia de la oración. Lo primero que debemos hacer cada mañana al despertar es orar a Dios; igualmente, lo último que debemos realizar por las noches antes de dormir es orar. Así como el altar era un lugar exclusivo para el incienso y nada debía remplazarlo, asimismo nada puede ocupar el lugar de la oración para comunicarnos con Dios. Además, así como la indicación en cuanto a los ingredientes que componían el incienso fue explícita, las características de la oración son claras: cuando oramos podemos alabar, agradecer, reconocer nuestros errores y pedir perdón, interceder, colocar en las manos de Dios nuestros planes y desafíos, aceptar la voluntad divina y pedir todo en el nombre de Jesús.
En la mente de los personajes bíblicos siempre estuvo asociada la idea del incienso con la oración. David afirmó: «Sea mi oración como incienso en tu presencia, y mis manos levantadas, como ofrenda de la tarde» (Salmos 141: 2). Siempre que el sacerdote ofrecía el incienso a Dios, las personas oraban no importa dónde estuvieran. Esa práctica prevaleció por lo menos hasta el tiempo en que Juan el Bautista nació (Lucas 1: 8-10).
Si quieres experimentar la compañía de Dios siempre, ora siempre. No importa qué estés realizando, ni tu postura, conversa con Jesucristo como lo haces con un amigo. El apóstol Pablo escribió de la importancia de orar siempre y en cualquier lugar: «Oren en todo momento» (1 Tesalonicenses 5: 17). «Oren en todas partes» (1 Timoteo 2:8).
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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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