06 DE FEBRERO
REBECA

«”¿Quién es ese hombre que viene por el campo hacia nosotros?”. “Es mi amo”, contestó el siervo. Entonces ella tomó su velo y se cubrió la cara» (Génesis 24: 65).

Hoy conoceremos a una joven que conocía a Dios, valiente, trabajadora y sensata. Primeramente, Abraham envió a su siervo a la misma tierra del patriarca para que buscara a su parentela. La tarea no era sencilla, no existía una red social para ubicar rápido a las personas. Además, hacía sesenta y cinco años que Abraham había salido de esa región. ¿Por qué Abraham fue tan específico en cuanto al lugar adonde debía acudir Eliezer? La respuesta radica en que las personas que vivían ahí descendían de Sem. ¿Recuerdas que Sem era hijo de Noé? Algunas personas de la descendencia de este hijo de Noé buscaron seguir al Dios verdadero. Por lo tanto, para Rebeca no era novedad la fe de su futuro esposo. La idolatría no se había enraizado en su hogar. Ella y su familia creían en el Dios creador del cielo y de la tierra.
Por otra parte, ella era una joven valiente y decidida. Después del planteamiento del siervo, su familia la confrontó. Una respuesta afirmativa cambiaría radicalmente su vida, ella tendría que decidir en ese momento. La pregunta fue directa: «Llamaron, pues, a Rebeca y le preguntaron: “¿irás tú con este hombre?” Ella respondió: “Sí, iré”» (Génesis 24:58).
Rebeca era trabajadora y servicial. Era su costumbre contribuir en los deberes de su hogar. El relato muestra que iba al pozo para abastecer de agua fresca para las necesidades de la familia. La tarea no era sencilla. Su espíritu servicial se manifestó cuando estuvo dispuesta a ofrecerle agua no solamente al siervo y demás gente que lo acompañaba, sino a diez camellos. Camellos sedientos después de un viaje de varios días. En esas condiciones, cada camello pudo beber hasta ochenta litros de agua, es decir, los diez bebieron ochocientos litros.
Rebeca era una joven sensata. Cuando estaba a punto de encontrarse con Isaac, tomó el velo y se cubrió. En su cultura implicaba modestia y recato. Dos virtudes valiosas hasta hoy. En una época donde las estrellas juveniles se descubren su cuerpo para ser populares; además, cuando muchos se ven tentados a exponer todos sus pensamientos en las redes sociales; es oportuno recordar el valor de la individualidad y la exclusividad, tanto de tu cuerpo como de tus ideas. No todo lo que piensas tienes que decirlo; no todo lo que haces tienes que mostrarlo; no todo lo que logras tienes que «cacaraquearlo».
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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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