12 DE MAYO
BENDICIÓN TRAS BENDICIÓN

«Dios, que los sacó de Egipto, es para ellos lo que son para el búfalo sus cuernos» (Números 23: 22).

Israel acampaba ordenadamente sin sospechar las intenciones del rey Balac de maldecirlos. Balac y Balaam habían estado negociando cómo afectar los intereses del pueblo para que fracasara e impedir su avance. La experiencia de Israel nos muestra que Dios nos libra tanto de las situaciones que somos conscientes, como de las cuales ni siquiera nos damos cuenta. Por lo tanto, cuando Balaam llegó a la cumbre de la montaña, lo único que salió de su boca fueron bendiciones. De esa manera Dios cumplió el pacto establecido con Abraham. Primeramente, Israel ya era tan numeroso como las estrellas (vers. 10); además, Dios iba a maldecir a todo el que se atreviera a maldecir a su pueblo (Génesis 13: 16; 12: 3).
La maravillosa lección que aprendemos de este incidente es que cuando hacemos un pacto con Dios, él mismo nos cuida de quienes desean dañarnos. Exactamente así lo afirmó Balaam: «Contra Jacob no valen maleficios; contra Israel no sirven brujerías. Ahora es preciso decir a Israel: “”¡Cuántas maravillas ha hecho Dios contigo!”» (Números 23:23). Esta promesa sigue vigente para ti. En este versículo tu nombre ocupa el lugar de «Jacob», así que puedes vivir sin temor. No necesitas creer en «limpias» o en lo que diga un horóscopo. El profeta Zacarías expresa cómo se interesa Dios por sus hijos: «Cualquiera que toca a mi pueblo, toca a la niña de mis ojos. Por eso, yo mismo lucharé contra esas naciones» (vers. 8).
En conclusión, Balaam pronunció cuatro poesías. En ellas exaltó el orden, como un ejército; la belleza, como plantas junto al río; y la fuerza, como la de un búfalo. Piensa por un momento en los búfalos. Miden tres metros de largo y pesan una tonelada. Los machos tienen cuernos que miden un metro y medio de largo. Además, son solidarios, se asocian para protegerse de animales como los leones. Israel, como búfalos, usarían sus cuernos para conquistar Canaán (Deuteronomio 33: 17). Lo más importante es que los cuernos representaban la presencia de Dios entre ellos para permitirles la conquista. «Dios, que los sacó de Egipto, es para ellos lo que son para el búfalo sus cuernos»> (Números 23: 22). ¡Dios desea fortalecernos como un búfalo! Ante los desafíos cotidianos, él es nuestra fortaleza.
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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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