13 DE AGOSTO
INGRATITUD A DIOS

«Cuando se consolidó el reinado de Roboam y él se sintió fuerte, dejó de cumplir la ley del Señor, y todo Israel hizo lo mismo» (2 Crónicas 12: 1).

Roboam se enojó tanto porque las diez tribus se separaron que improvisó un ejército de 180 000 hombres (1 Reyes 12: 21) con la intención de atacarlas. Dios lo reprendió mediante el oportuno mensaje del profeta Semaías para que se detuviera y se concentrara en reinar sobre las dos tribus. Roboam obedeció, cambió su actitud y de los diecisiete años que reinó, solo los primeros tres procuró seguir la voluntad de Dios. Durante ese tiempo construyó ciudades, fortificó otras, organizó al pueblo militarmente e hizo provisión de alimentos. Por desgracia, se comportó como mucha gente se comporta aún: cuando más prosperaba, fue cuando decidió olvidarse del Señor. Tal como lo menciona el versículo de este día: cuando «él se sintió fuerte», entonces le dio la espalda a Dios.
Qué triste resulta cuando los padres apoyan a su hijo en todos los aspectos para que le vaya bien; cuidan de él desde su nacimiento, le proveen amor, ropa, alimento y educación, para que cuando llegue a tener éxito les dé la espalda y no los reconozca. Ese fue el sentir de Dios cuando Roboam le dio la espalda. Si no quieres producir ese dolor en el corazón de Dios, reconócelo en cada etapa de tu vida.
A raíz de la ingrata conducta del rey, Dios envió a Sisac, rey de Egipto, con un numeroso ejército. Entonces se demostró que de nada le sirvieron a Roboam las ciudades fortificadas. Al ver la amenaza inminente, Roboam se humilló, buscó a Dios a través del profeta Semaías y Dios mostró su misericordia al permitir que no fueran aniquilados sino solo se llevaran los bienes materiales, como los escudos de oro que Salomón había hecho. La Biblia lo registra de la siguiente manera: «Por haberse humillado Roboam, se calmó la ira del Señor contra él y no lo destruyó totalmente. A pesar de todo, también había cosas buenas en Judá» (2 Crónicas 12: 12).
Posteriormente, Roboam mandó hacer nuevos escudos, pero ya no de oro sino de bronce. Así se demostró cómo el poder y sobre todo el nivel espiritual descendió en la nación.
Si no quieres correr riesgos en tu vida, depende de Dios tanto en la prosperidad como cuando estás luchando por obtenerla.

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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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