18 DE OCTUBRE
LO QUE DIOS SÍ ESPERA
iHombre! El Señor te ha dado a conocer lo que es bueno, y lo que él espera de ti, y que no es otra cosa que hacer justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios» (Miqueas 6: 8, RVC).
Muchas personas consideran que la vida cristiana abunda en lo que «no» debemos hacer. En cambio, este versículo se enfoca en lo que él «sí» espera que realicemos. Esto es muy importante porque implica estar activos no en rituales sino en asuntos prácticos que conllevan una bendición para el ejecutor y benefician al prójimo. Sin embargo, es imposible mostrar misericordia si primero no hemos experimentado la que Dios nos ofrece. Igualmente, ocurre con los demás elementos del versículo.
Lo que Dios esperaba no era ninguna novedad, el versículo inicia con la frase «el Señor ya te ha dicho […] en qué consiste lo bueno» (DHH). Primeramente, hacer justicia. No implica hablar de ella, definirla o procurar despojarnos de lo que nos parece está fuera de lugar en nuestro entorno. Más bien, se refiere a practicarla con nuestros actos de forma permanente. Por ejemplo, en los días de Israel los comerciantes habían incurrido en la injusticia mediante el fraude como un estilo de vida: «En la casa del malvado hay riquezas mal habidas y esas medidas falsas que aborrezco. ¿Cómo podré perdonar al que emplea balanzas alteradas y pesas falsas?» (vers. 10-11). En la actualidad, es imposible para quién sea procurar cambiar a los comerciantes tramposos con fervientes arengas. Pero lo que sí puedes evitar es no ser tramposo cuando presentas un examen o cuando practicas un deporte.
Amar misericordia. La mejor manera de entender la palabra «misericordia» es como la utilizó Jesús. El Señor dijo que el buen samaritano «fue movido a misericordia» a favor del hombre que yacía en el camino (Lucas 10: 33, RV1960). No fue movido por lástima, fue la compasión que lo llevó a actuar sin importar quién era el afectado; a sabiendas de que era un extranjero. El otro ejemplo está en Lucas 15: 20: el padre del hijo pródigo «fue movido a misericordia» cuando vio a su hijo. A pesar de cómo regresó, lo trató amorosamente y organizó una fiesta.
Humillarte ante tu Dios implica reconocer que no tienes todas las respuestas a tus inquietudes y misterios de la vida. Será sensato que reconozcas que solo Dios tiene las respuestas indicadas a tus dudas y los caminos apropiados para que te vaya bien. Escúchalo y prosperarás.

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SIGUIENDO LAS HUELLAS
Devoción Matutina Para Menores 2023
Narrado por: Linda Rumrrill
Desde: Gran Canaria, España
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