04 DE MAYO
NUESTRO ABOGADO

Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 JUAN 2:1

Así que volvimos a equivocarnos. Hemos pecado. Hemos hecho lo que Dios nos ha ordenado que no hiciéramos. ¿De qué manera podemos ahora enfrentar al Señor?

Cada vez que pecamos sentimos que hemos fallado y que Dios no seguirá amándonos. Sin embargo, es ahora cuando debemos animarnos y darnos cuenta de todo lo que Jesús ha hecho por nosotros. Él no solo es nuestro Salvador; también es nuestro Abogado. Cuando nos redimió, sabía que no podíamos vivir a la perfección. Por eso se encarnó, para experimentar igual que nosotros las presiones que usted y yo enfrentamos. Por tanto, Él comprende cuán profundamente pueden afectarnos nuestras heridas y temores, y por qué a veces nos volvemos al pecado para atenuar nuestro dolor. No obstante, Jesús también sabe que nuestra iniquidad no es la solución para nuestras heridas y ansiedades, pues solo profundiza la desesperación que ya está allí.

Entonces, Jesús nos defiende incluso cuando le fallamos (1 Juan 1:9). ¿Por qué?
Porque murió para liberarnos y está comprometido a terminar la obra que comenzó. Por tanto, si pecas, no te asustes. Regresa al Salvador y arrepiéntete. Corre de nuevo a sus brazos amorosos y permite que Él te libere por completo.

Jesús, te confieso mi pecado y regreso corriendo a ti. Enséñame a vivir en tu libertad. Amén.
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MI VIDA EN TUS MANOS
DEVOCION MATUTINA VESPERTINA
Narrado por: Miguel Paez
Desde: Bogotá, Colombia
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