10 DE JUNIO
SUPEREMOS EL SILENCIO

Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. SALMOS 32:1

¿Has experimentado alguna vez un tiempo en que Dios no te haya hablado? La mayoría de las veces, cuando el Padre está callado se debe a que hay algo en nosotros que ya nos mostró y con lo que desea tratar. Toma en cuenta que dije «la mayoría de las veces», pues esto no se aplica siempre. Pero, por lo general, cuando tenemos problemas en escuchar al Señor se debe a que hay algo que Él ya nos ha dicho, pero que no le hemos hecho caso, como si hubiéramos barrido el asunto debajo de la alfombra, negándonos a resolverlo.

Si este es el caso, entendamos la importancia de enfrentar el problema, porque es crucial para nuestra salud espiritual. Solo conseguimos lastimarnos cuando no renunciamos a nuestra adicción, a nuestras acciones pecaminosas o a nuestros dañinos mecanismos de evasión.

Cuando he experimentado tales tiempos y he tratado con las actitudes o conductas en cuestión, la voluntad de Dios se me ha clarificado. Lo mismo te ocurrirá. Por tanto, lo más sabio que puedes hacer es elevar a Dios la oración que sigue y obedecer cualquier cosa que Él te revele.

Señor, examina mi corazón. Muéstrame qué hay en mi existencia que me ciega a tu voluntad. Y dame fortaleza y sabiduría para alejarme de actitudes y comportamientos pecaminosos que me impiden seguirte en obediencia total y sincera. Amén.
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MI VIDA EN TUS MANOS
DEVOCION MATUTINA VESPERTINA
Narrado por: Miguel Paez
Desde: Bogotá, Colombia
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