20 DE FEBRERO
ADECUADOS

Tú me observaste cuando en lo más recóndito era yo formado. SALMOS 139:15, NBV

¿Has tratado alguna vez de mezclarte con otros esperando que te acepten? Hace a un lado tu identidad y tus fortalezas únicas con la finalidad de pertenecer a algo.

Esto no solo es agotador, sino que en lo más profundo te sientes perdido y aislado.

Querido amigo, Dios te creó exactamente como Él quiso: con la personalidad, los dones y el temperamento que puso en ti. Cuando intentas ocultar tu verdadero yo pretendiendo calzar con otros, debes detenerte y preguntarte: ¿Por qué tengo tanto miedo de ser yo mismo? ¿Qué valor me proporciona esta persona o grupo de gente que merezca negar quién soy? ¿Qué creo que ganaré con esto? Si no pueden aceptar realmente mi verdadero yo, ¿vale la pena estar con ellos?

Lo más probable es que, sin importar las ventajas que esa persona o grupo traiga a tu vida, no valdrá la pena el costo para tu propio corazón. Negar aquello para lo cual Dios te formó significa cortar el flujo de poder y propósito que el Señor te ha dado. Eso te perjudica, sofoca la creatividad y limita la influencia que tú podría tener. Por tanto, terminarás aislándose de la misma intimidad que desea con tanta intensidad. No procedas de esta manera.

Jesús, la forma en que me diseñaste es excelente. Ayúdame a aceptar todo aquello que deseas que yo sea. Amén.

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MI VIDA EN TUS MANOS
DEVOCION MATUTINA VESPERTINA
Narrado por: Miguel Paez
Desde: Bogotá, Colombia
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