22 DE FEBRERO
CREÁMOSLE

Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina. 2 TIMOTEO 1:7, NTV

Creer en Dios y creerle a Dios son dos cosas distintas, y es importante que entendamos la diferencia a fin de llevar una vida cristiana victoriosa. Creer en Dios es declarar:

«Sé que Él existe». Pero creerle a Dios es confiar en lo que Él ha dicho acerca de sí mismo, de nosotros y de la relación que desea tener con los suyos. Esto va más allá de nuestra salvación y nos lleva a tener mayor fe en Jesús para cada detalle de nuestras vidas.

Por ejemplo, el versículo de hoy significa tener plena confianza en que el miedo no proviene del Señor, pero sí la confianza; es decir, esa sensación de pertenencia y claridad. Así que podemos tener la seguridad de que Dios nos dará fortaleza, amor y sabiduría para enfrentar lo que pueda venir.

¿Le crees hoy a Dios? ¿Confías en que no hay ninguna razón verdadera para temer? Sí, las circunstancias que tú atraviesas pueden parecer abrumadoras, pero Él te acompaña a través de todas ellas (Isaías 41:10). Así que anímate y ten fe en que con la ayuda del Señor nada será imposible para ti (Mateo 17:20).

Dios, sé que gran parte de mi lucha es que no te creo de veras. Ayúdame en mi incredulidad, mi Señor y mi Salvador, pues eres digno de toda mi confianza. Amén.
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MI VIDA EN TUS MANOS
DEVOCION MATUTINA VESPERTINA
Narrado por: Miguel Paez
Desde: Bogotá, Colombia
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