04 DE ENERO
LA MANSEDUMBRE REQUIERE FUERZA
Y un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar y no propenso a irritarse. Así, humildemente, debe corregir a los adversarios, con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad. 2 Timoteo 2:24 -25 (NVI)
Algunas veces confundimos fuerza y mansedumbre. Esas dos palabras parecen contradecirse, pero en realidad no es así. Se necesita una enorme cantidad de fuerza para controlar nuestras emociones de una manera suave cuando nos enfrentamos a una situación frustrante y hostil para que la naturaleza humana responda con ira.
¡La mansedumbre requiere fuerza! La Biblia nos dice en Filipenses 4:5, “Que tu mansedumbre sea evidente a todos. El Señor está cerca”. Una persona fuerte no tiene que andar por ahí con un cartel que anuncie lo fuerte que es. Cuando Cristo vive en nosotros, su presencia se refleja en cada una de nuestras acciones.
Dios es un Dios fuerte y todopoderoso, pero es gentil y lleno de amor. Incluso cuando cometemos errores, Su corrección es siempre amable. No nos grita ni grita, diciéndonos lo tontos que somos. Él nos habla con una voz suave y apacible mientras nos llama gentilmente al arrepentimiento.
Jesús nos instruye en Mateo 11:29 para aprender de Su ejemplo: “Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas”.
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MOMENTOS CON DIOS
DEVOCION MATUTINA VESPERTINA
Narrado por: Catalina Ruiz
Desde: Buenos Aires, Argentina
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