10 DE AGOSTO
RENDIRSE
Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni tampoco muere para sí. Romanos 14:7 (NVI)

Nuestra mayor batalla aquí en la tierra es con nosotros mismos. Nos decimos a nosotros mismos que seremos felices cuando encontremos la pareja perfecta, nos casemos, tengamos hijos, consigamos un gran ascenso, compremos una casa nueva, tengamos dinero en el banco y nos deshagamos de todos nuestros enemigos. Pero nada de eso traerá felicidad. ¡La verdadera alegría en la vida sólo se logra cuando morimos al yo y nos entregamos completa y totalmente a Jesús! Solo cuando estamos en el plan de Dios para nuestras vidas podemos ser felices. No importa lo que el diablo nos arroje, mientras nuestras vidas estén en armonía con Dios, podemos regocijarnos.

Pablo nos dice en Filipenses 4:11 (RVR1960), “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación”. ¡Esa es una declaración bastante poderosa! Dios quiere que nos contentemos con cualquier camino que Él elija para nosotros, lo que nos lleva de nuevo a esa vieja batalla con el yo. Debemos ganar esta batalla, ¡y nosotros podemos… con la ayuda de Dios! ¡Todo lo que tenemos que hacer es orar y pedirle que tome el control de nuestras vidas y luego permanecer rendidos! Esta no es una acción de una sola vez, tenemos que morir diariamente a nosotros mismos.

La entrega se basa en el amor. Cuando verdaderamente amamos a Jesús, entregamos con gozo nuestras necesidades, planes y deseos y hacemos lo que honra y agrada a Dios. ¡El resultado es una verdadera felicidad y una alegría increíble!
 
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MOMENTOS CON DIOS
DEVOCION MATUTINA VESPERTINA
Narrado por: Catalina Ruiz
Desde: Buenos Aires, Argentina
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