SABADO DE TARDE, 01 DE ENERO
EL MENSAJE DE HEBREOS
En esta vida debemos arrostrar pruebas de fuego y hacer sacrificios costosos, pero la paz de Cristo es la recompensa. Ha habido tan poca abnegación, tan poco sufrimiento por amor a Cristo, que la cruz queda casi completamente olvidada. Debemos participar de los sufrimientos de Cristo si queremos sentarnos en triunfo con el sobre su trono. Mientras elijamos la senda fácil de la complacencia propia y nos asuste la abnegación, nuestra fe no llegara nunca a ser firme, y no podremos conocer la paz de Jesús ni el gozo que proviene de una victoria consciente …

¡Ojala que tengamos fe viva y activa! La necesitaremos; debemos tenerla, o desmayaremos y caeremos en el día de la prueba. Las tinieblas que descansarán entonces sobre nuestra senda, no deben desalentarnos ni desesperarnos. Son el velo con que Dios cubre su gloria cuando viene a impartir ricas bendiciones. Por nuestra experiencia pasada, debemos saber esto. En aquel día en que Dios tenga controversia con su pueblo, esta experiencia será una fuente de consuelo y esperanza (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 199, 200).

Cristo ha hecho toda provisión para que seamos fuertes. Nos ha dado su Espíritu Santo, cuyo oficio es recordarnos todas las promesas que Cristo ha hecho, para que tengamos paz y una dulce sensación de perdón. Si tan solo mantenemos los ojos fijos en el Salvador y confiamos en su poder, seremos llenados de una sensación de seguridad, pues la justicia de Cristo llegará a ser nuestra justicia . ..

Lo deshonramos hablando de nuestra ineficiencia. En vez de mirarnos a nosotros mismos, contemplemos constantemente a Jesús, haciéndonos de día en día más y más parecidos a él, más y más aptos para hablar acerca de él, mejor preparados para valernos de su bondad y espíritu servicial, y para recibir las bendiciones que se nos ofrecen. AI vivir así en comunión con él , nos fortalecemos en su fuerza, nos hacemos una ayuda y bendición para los que nos rodean (Mensajes para los jóvenes, p. 74).

Las mayores victorias ganadas para la causa [son las que] se obtienen en la sala de audiencias de Dios, cuando la fe sincera y agonizante se apoya en el poderoso brazo. Cuando Jacob se vio postrado y en una condición desesperada, vertió sinceramente su alma agonizante en Dios, el ángel de Dios suplicó que lo dejara ir pero Jacob no soltó su presa. El hombre abatido, que sufría dolor corporal, presentó su sincera súplica con la entereza que imparte la fe viva. “No te dejare”, dijo, “si no me bendices”. Génesis 32:26 …

La fe viva debe aferrarse resueltamente a las promesas; entonces muchos regresaran de la comunión con Dios con el rostro resplandeciente y diciendo, como Jacob: “Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma”. Génesis 32:30 (Testimonios para la iglesia, t. 4, pp. 435, 436).

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NOTAS DE ELENA
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
I TRIMESTRE DEL 2022
Narrado por: Patty Cuyan
Desde: California, USA
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