DOMINGO, 02 DE JULIO
ELEGIDOS Y ACEPTADOS EN CRISTO
Al ser creado, Adán recibió el señorío de la tierra. Pero al ceder a la tentación, cayó bajo el poder de Satanás. Y “el que es de alguno vencido, es sujeto a la servidumbre del que lo venció”. 2 Pedro 2:19. Cuando el hombre cayó bajo el cautiverio de Satanás, el dominio que antes ejercía pasó a manos de su conquistador. De esa manera Satanás llegó a ser “el dios de este siglo”. 2 Corintios 4:4. Él había usurpado el dominio que originalmente fue otorgado a Adán. Pero Cristo, mediante su sacrificio, al pagar la pena del pecado, no solo redimiría al hombre, sino que también recuperaría el dominio que éste había perdido. Todo lo que perdió el primer Adán será recuperado por el segundo Y el apóstol Pablo dirige nuestras miradas hacia “la redención de la posesión adquirida”. Efesios 1:14… Ese propósito será cumplido, cuando sea renovada mediante el poder de Dios y libertada del pecado y el dolor; entonces se convertirá en la morada eterna de los redimidos (Historia de los patriarcas y profetas, p. 53).

Debemos aprender de Cristo. Debemos saber lo que él es para los que ha rescatado. Debemos comprender que creyendo en él tenemos el privilegio de participar de la naturaleza divina y huir así de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia. Entonces quedamos limpios de todo pecado, de todo defecto de carácter. No debemos retener una sola tendencia pecaminosa… [Se cita Efesios 2: 1-6.]…

Las tendencias al mal, hereditarias y cultivadas, son eliminadas del carácter a medida que participamos de la naturaleza divina, y somos convertidos en un poder viviente para el bien. Cooperamos con Dios en el triunfo sobre las tentaciones de Satanás aprendiendo siempre del divino Maestro, participando diariamente de su naturaleza. Dios actúa y el hombre actúa para que éste pueda ser uno con Cristo como Cristo es uno con Dios. Entonces nos sentamos con Cristo en los lugares celestiales. La mente reposa con paz y seguridad en Jesús (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista, t. 7, p. 954).

Por su vida y su muerte, Cristo logró aún más que restaurar lo que el pecado había arruinado. Era el propósito de Satanás conseguir una eterna separación entre Dios y el hombre; pero en Cristo llegamos a estar más íntimamente unidos a Dios que si nunca hubiésemos pecado…

La exaltación de los redimidos será un testimonio eterno de la misericordia de Dios. “En los siglos venideros”, él revelará “la soberana riqueza de su gracia, en su bondad para con nosotros en Jesucristo”. “A fin de que… sea dado a conocer a las potestades y a las autoridades en las regiones celestiales, la multiforme sabiduría de Dios, de conformidad con el propósito eterno que se había propuesto en Cristo Jesús, Señor nuestro”. Efesios 2:7; 3:10, 11 (El Deseado de todas las gentes, pp. 17, 18).

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NOTAS DE ELENA
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
III TRIMESTRE DEL 2023
Narrado por: Patty Cuyan
Desde: California, USA
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