DOMINGO, 04 DE DICIEMBRE
EL MISTICISMO
Cierta opinión espuria se está diseminando ahora por todas partes con respecto al amor de Jesús, es a saber, que debemos permanecer en su amor, y que todo lo que necesitamos es tener fe en él. Pero esas almas deben ser instruidas de tal modo que lleguen a saber que cuando el amor de Jesús se halla en el corazón, nos inducirá a la humildad de vida y a la obediencia a todos sus mandamientos. “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él”. 1 Juan 2:4. El amor de Jesús que no pasa de los labios no salvará a nadie, y será en cambio un gran engaño…
Los que rechazan la verdad de la Biblia lo hacen con el pretexto de amar a Jesús. Los que aman a Jesús manifestarán su amor siendo hijos obedientes. Serán hacedores de la Palabra, y no meros oidores. No andarán diciendo continuamente: “Todo lo que tenemos que hacer es creer en Jesús”. Esto es verdad cuando se lo entiende en su pleno sentido; pero ellos no comprenden, no aceptan ese pleno sentido. Creer en Jesús significa aceptarlo como Redentor, como Modelo. Todos los que aman a Jesús deben seguir su ejemplo. Deben relacionarse con Jesús tan íntimamente como el pámpano con la vid viviente (Cada día con Dios, p. 297).
La naturaleza humana es vacilante. Los hombres captan la verdad con su capacidad de percepción, pero rehúsan apartarse del mundo. No consienten en ser el pueblo especial de Dios. Conocen la verdad de la Biblia, pero no desean obedecerla y se apartan de ella. Ejercitan su incredulidad y las tinieblas descienden sobre sus almas. Por haber escogido su camino se los deja para que sean llenados con sus propias inclinaciones. La verdad es insultada, Cristo es ignorado y su suerte será-la perdición, a menos que retomen y se arrepientan (Alza tus ojos, p. 16).
El sentimiento y la fe son tan distintos uno del otro como lo es el este del oeste. La fe no depende de los sentimientos. Debiéramos dedicarnos diariamente a Dios, y creer que Cristo comprende y acepta el sacrificio, sin examinarnos a nosotros mismos, para ver si tenemos ese grado de sentimientos que pensamos que debe corresponder .a nuestra fe. ¿No tenemos la seguridad de que nuestro Padre celestial está más dispuesto a dar su Espíritu Santo a aquellos que lo piden con fe de lo que los padres lo están para dar buenos dones a sus hijos? Debiéramos avanzar como si oyéramos la respuesta de Dios, de Aquel cuyas promesas nunca fallan, dada a la oración enviada a su trono. Cuando hagamos esto, las nieblas y las nubes serán disipadas, y pasaremos de las sombras de las tinieblas a la clara luz de su presencia (Mente, carácter, y personalidad, t. 2, p. 556).
===================
NOTAS DE ELENA
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
IV TRIMESTRE DEL 2022
Narrado por: Patty Cuyan
Desde: California, USA
===================
|| www.drministries.org ||
===================
Leave A Comment