JUEVES, 13 DE JULIO
JESÚS, TODAS LAS COSAS Y SU IGLESIA
Esperamos demasiado poco y recibimos de acuerdo con nuestra fe. No debemos aferrarnos a nuestros propios caminos, nuestros propios planes, nuestras propias ideas; hemos de ser reformados por la renovación de nuestras mentes para que podamos demostrar cuál es la voluntad de Dios, agradable y perfecta. Debemos vencer los pecados que nos acosan y derrotar los hábitos perversos. Las disposiciones y sentimientos inclinados al mal han de ser extirpados, para dar paso a caracteres y emociones santas, engendrados en nosotros por el Espíritu del Señor…

Por lo tanto, aferrémonos a este maravilloso poder por medio de una fe viva, orando y creyendo, confiando y trabajando. Entonces Dios dirá lo que solo él puede hacer…

Entreguémonos a Jesús para ser moldeados y formados por él de modo que podamos ser hechos vasijas de gloria. Las tentaciones, las ideas, los sentimientos, todo debe rendirse a los pies de Cristo. Entonces el alma está preparada para escuchar las palabras divinas de instrucción. Jesús les dará a beber del agua que fluye del río de Dios. Bajo la apacible y suavizante influencia de su Espíritu, su frialdad e indiferencia desaparecerán. Cristo será en ustedes un manantial de agua que manará para vida eterna (Alza tus ojos, p. 216).

La oración de fe es la gran fortaleza del cristiano y ciertamente prevalecerá contra Satanás. Por eso él insinúa que no necesitamos orar. Él detesta el nombre de Jesús, nuestro Abogado; y cuando acudimos sinceramente a él en busca de ayuda, la hueste satánica se alarma. Cuando descuidamos la oración actuamos de acuerdo con su propósito, porque entonces sus maravillas mentirosas se reciben con más facilidad. Lo que no logró cumplir con la tentación de Cristo, lo realiza estableciendo sus tentaciones engañosas delante de los seres humanos (Testimonios para la iglesia, t. 1, p.-267).

La oración es el aliento del alma. Es el secreto del poder espiritual. No puede ser sustituida por ningún otro medio de gracia, y conservar, sin embargo, la salud del alma. La oración pone al corazón en inmediato contacto con la Fuente de la vida, y fortalece los tendones y músculos de la experiencia religiosa. Descuídese el ejercicio de la oración, u órese irregularmente, de vez en cuando, según parezca propio, y se perderá la fortaleza en Dios. Las facultades espirituales perderán su vitalidad, la experiencia religiosa carecerá de salud y vigor.

Es únicamente en el altar de Dios donde podemos encender nuestras antorchas con fuego divino. Será únicamente la luz divina la que revelará la pequeñez, la ineptitud de la capacidad humana, y la que dará una clara visión de la perfección y pureza de Cristo. Es únicamente contemplando a Jesús como llegamos a desear ser semejantes a él; es únicamente al ver su justicia, como sentimos hambre y sed de poseerla; y únicamente cuando pidamos en oración ferviente nos otorgará Dios el deseo de nuestro corazón (Obreros evangélicos, p. 268).

VIERNES, 14 DE JULIO: PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
Mi vida hoy, 16 de junio, “Gratitud y alabanza”, p. 175; A fin de conocerle, 22 de diciembre, “En el umbral de la eternidad”, p. 360.

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NOTAS DE ELENA
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
III TRIMESTRE DEL 2023
Narrado por: Patty Cuyan
Desde: California, USA
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