JUEVES 25 DE ENERO
AYUDA DESDE EL SANTUARIO
El templo de Dios está abierto en el cielo, e inunda su umbral la gloria de Dios destinada a toda iglesia que ame a Dios y guarde sus mandamientos. Necesitamos estudiar, meditar y orar, Tendremos entonces visión espiritual para discernir los atrios interiores del templo celestial. Percibiremos los temas de los himnos y agradecimientos del coro celestial que está alrededor del trono. Cuando Sión se levante y resplandezca, su luz será muy penetrante y se oirán preciosos himnos de alabanza y agradecimiento en las asambleas de los santos. Cesarán las murmuraciones y quejas por pequeñas desilusiones y dificultades. Mientras apliquemos el colirio áureo, veremos las glorias venideras. La fe penetrará las densas sombras de Satanás y veremos a nuestro Abogado ofreciendo el incienso de sus propios méritos en nuestro favor. Cuando veamos esto tal cual es, como el Señor desea que lo veamos, nos embargará un sentido de la inmensidad y diversidad del amor de Dios (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 368).
Jesús conoce las necesidades de sus hijos y le gusta escuchar sus oraciones. Que sus hijos se aparten del mundo y de todo lo que pudiera apartar los pensamientos de Dios, y que sientan que están solos con el Señor, que su ojo contempla lo más profundo del corazón y lee los deseos del alma, y que pueden hablar con Dios. Con fe humilde, podéis pedir el cumplimiento de sus promesas y sentir que aunque no tenéis nada en vosotros mismos que pudiera serviros para suplicar el favor de Dios, debido a los méritos y la justicia de Cristo podéis acercaros confiadamente al trono de la gracia, para hallar socorro en el momento oportuno. Nada puede fortalecer tanto al alma para resistir las tentaciones de Satanás en el gran conflicto de la vida, como buscar a Dios en humildad, y presentar delante de él vuestra alma en toda su indigencia, a la espera de que él será vuestro Ayudador y Defensor.
Con la fe confiada de un niñito, hemos de acudir a nuestro Padre celestial, contándole todas nuestras necesidades. Siempre está listo para perdonarnos y ayudarnos. La fuente de sabiduría divina es inagotable, y el Señor nos anima a sacar abundantemente de ella. El anhelo que podríamos tener de bendiciones espirituales se describe en estas palabras: “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía”. Necesitamos una profunda hambre espiritual por los ricos dones que el cielo puede concedernos.
Oh, que podamos tener un deseo consumidor de conocer a Dios por experiencia, para llegar hasta la cámara de audiencia del Altísimo, extendiendo la mano de fe, y vaciando nuestras almas impotentes sobre Aquel poderoso para salvar. Su bondad amante es mejor que la vida (Dios nos cuida, p. 20).
VIERNES 26 DE ENERO: PARA ESTUDIAR Y MEDITAR
A fin de conocerle, 17 de mayo, “Bajo el amparo de Dios”, p. 143;
A fin de conocerle, 19 de septiembre, “Serena confianza en Dios”, p. 270.
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NOTAS DE ELENA
MATERIAL COMPLEMENTARIO DE ESCUELA SABÁTICA
I TRIMESTRE DEL 2024
Narrado por: Patty Cuyan
Desde: California, USA
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