SÁBADO DE TARDE, 27 DE NOVIEMBRE
“ACUÉRDATE, NO OLVIDES”

Con sumo fervor [David] estudió las formas en que procede Dios, expresadas por Cristo cuando estuvo rodeado por la columna de nube, y dadas a Moisés para que fueran fielmente repetidas a todo Israel. Trajo a la memoria lo que Dios había hecho para asegurarse para sí un pueblo al cual pudiera confiar la verdad sagrada y vital para siglos futuros. Dios obró muy maravillosamente para liberar a más de un millón de personas; y cuando David consideró las señales y promesas divinas para ellos —-sabiendo que eran para todos los que las necesitaban tanto como para Israel las apropio para sí, diciendo: “Me acordaré de las obras, de Jehová; sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas. Meditaré en todas tus obras, y hablaré de tus hechos”.

Su fe se aferró de Dios, y se animó y fortaleció. Aunque reconocía como misteriosos los caminos de Dios, sabía que eran misericordiosos y buenos, pues este fue el carácter divino tal como se reveló a Moisés…

Cuando David hizo suyas esas promesas y esos privilegios, decidió dejar de ser apresurado en sus juicios, y no desanimarse ni abatirse en inútil desesperación. Su alma se reanimó cuando contempló el carácter de Dios tal como se manifiesta en sus enseñanzas, su paciencia, excelsa grandeza y misericordia (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 3, p. 167).

El futuro nos depara grandes acontecimientos, y deseamos invitar al pueblo para que abandone su indiferencia y se prepare para ese día… No tenemos que abandonar ahora nuestra confianza, sino tener una firme seguridad, más firme que nunca antes. Hasta ahora nos ha ayudado el Señor, y nos ayudará hasta el fin. Contemplaremos las monumentales columnas, recuerdos de lo que el Señor ha hecho por nosotros, para consolarnos y salvarnos de la mano del destructor. Debemos recordar con nitidez cada lágrima nuestra que el Señor ha enjugado, cada dolor que ha calmado, cada ansiedad que ha eliminado, cada temor que ha disipado, cada necesidad que ha satisfecho, cada misericordia concedida…

Solo podemos esperar nuevas perplejidades en el conflicto que está por venir, pero podemos considerar tanto lo pasado como lo venidero, y decir: “Hasta aquí nos ayudó Jehová”. 1 Samuel 7:12… La prueba no sobrepujará la fortaleza que se nos concederá para resistirla (Cada día con Dios, p. 56).

Las cosas que hemos experimentado en nosotros mismos acerca de las bendiciones de Dios a través de sus benignas promesas, debemos conservarlas en la memoria y, seamos ricos o pobres, eruditos o ignorantes, debemos contemplar y considerar estas señales del amor de Dios. Cada señal del cuidado, la bondad y la misericordia de Dios debiera grabarse en forma indeleble, como un monumento recordativo en la memoria. Dios quiere que su amor y sus promesas estén escritos en las tablas de la mente. Guardad las preciosas revelaciones de Dios para que no se pierda ni se empañe ni una sola letra (Nuestra elevada vocación, p. 137).

===================
NOTAS DE ELENA
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
IV TRIMESTRE DEL 2021
Narrado por: Patty Cuyan
Desde: California, USA
===================
|| www.drministries.org ||
===================