LUNES, 29 DE NOVIEMBRE
ACERCA DE LOS TIEMPOS PASADOS
No fue una prueba ligera la que soportó Abraham, ni tampoco era pequeño el sacrificio que se requirió de él. Había fuertes vínculos que le ataban a su tierra, a sus parientes y a su hogar. Pero no vaciló en obedecer al llamamiento…
Muchos continúan siendo probados como lo fue Abraham. No oyen la voz de Dios hablándoles directamente desde el cielo; pero, en cambio, son llamados mediante las enseñanzas de su Palabra y los acontecimientos de su providencia… Los llama para que se aparten de las influencias y los auxilios humanos, y les hace sentir la necesidad de su ayuda, y de depender solo de Dios, para que él mismo pueda revelarse a ellos. ¿Quién está listo para renunciar a los planes que ha abrigado y a las relaciones familiares en cuanto le llame la Providencia? ¿Quién aceptará nuevas obligaciones y entrará en campos inexplorados para hacer la obra de Dios con buena voluntad y firmeza y contar sus pérdidas como ganancia por amor a Cristo? El que haga esto tiene la fe de Abraham, y compartirá con él el “sobremanera alto y eterno peso de gloria”, con el cual no se puede comparar “lo que en este tiempo se padece”. 2 Corintios 4:17; Romanos 8:18 (Historia de los patriarcas y profetas, pp. 118, 119).
¿Podría Dios habernos dado prueba mayor de su amor que al dar así a su Hijo para que pasase por estas escenas de sufrimiento? Y como el don de Dios al hombre fue el don gratuito de su amor infinito, así sus derechos a nuestra confianza, nuestra obediencia, todo nuestro corazón y la riqueza de nuestros afectos, son correspondientemente infinitos. Requiere todo lo que el hombre puede dar. La sumisión de nuestra parte debe ser proporcional al don de Dios. Debe ser completa, sin ninguna reserva. Todos somos deudores de Dios. Él tiene sobre nosotros derechos que no podemos satisfacer sin entregarnos en sacrificio pleno y de buen grado. Exige nuestra obediencia pronta y voluntaria, y no aceptará nada que no llegue a esto. Tenemos ahora oportunidad de asegurarnos el amor y el favor de Dios. Este puede ser el último año de vida de algunos de los que leen esto. ¿Hay, entre los jóvenes que leen esta súplica, quienes prefieran los placeres de este mundo a la paz que Cristo da a quien busca fervientemente su voluntad y la hace alegremente? (Testimonios para la iglesia, t. 3, pp. 407, 408).
Mediante la comunión con Dios obtenemos refinamiento, amplitud de miras y nos elevamos. Al que anhela el conocimiento de las cosas divinas, Dios le mostrará las maravillas ocultas que escapan a la comprensión de los que no son esclarecidos por el Espíritu de Dios…
La amplitud del plan de salvación le otorga una grandeza incomparable, pero solo puede ser discernido espiritualmente, y aumenta en magnitud a medida que lo contemplamos. Mirar a Jesús muriendo en la cruz, y saber que fue nuestro pecado que colocó al Sufriente inocente allí, nos inspira a postrarnos ante él con asombro y amor (That I May Know Him, p. 205; parcialmente en A fin de conocerle, p. 205).
===================
NOTAS DE ELENA
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
IV TRIMESTRE DEL 2021
Narrado por: Patty Cuyan
Desde: California, USA
===================
|| www.drministries.org ||
===================
Leave A Comment