DOMINGO, 31 DE OCTUBRE
NO AÑADIRÉIS NI DISMINUIRÉIS
“No con solo el pan vivirá el hombre, sino con toda palabra que sale de la boca de Dios”, son las palabras de nuestro Salvador. Están multiplicándose los errores doctrinales y enroscándose con sutileza serpentina en torno a los afectos de la gente. No hay ni una doctrina bíblica que no se haya negado. Las grandes verdades proféticas, que nos indican dónde estamos en la historia del mundo, han sido despojadas de su belleza y poder por el clero, que toma estas verdades de suma importancia y procura hacerlas oscuras e incomprensibles. En muchos casos los niños se apartan de los antiguos hitos…
Aquellos que han visto la verdad y sentido su importancia, y han gozado de una experiencia en las cosas de Dios, han de enseñar sana doctrina a sus hijos. Deben familiarizarlos con los grandes pilares de nuestra fe, las razones por las cuales somos adventistas del séptimo día, por qué se nos ha llamado a ser, al igual que los hijos de Israel, un pueblo especial, una nación santa, separados y diferentes de toda la demás gente sobre la faz de la tierra. Estas cosas deben explicarse a los niños en lenguaje sencillo y fácil de entender; y, al ir aumentando en edad, las lecciones impartidas deberán adaptarse a su creciente capacidad, hasta que los fundamentos de la verdad hayan sido echados amplia y profundamente (Testimonios para la iglesia, t. 5, pp. 309, 310).
La vida religiosa de la nación judía se había convertido en una simulación. Cuando la voz de Dios proclamó la ley desde el Sinaí, todo el pueblo prometió obedecer. Dijeron: “Yo, Señor, voy”, pero no fueron. Cuando Cristo vino en persona para presentar delante de ellos los principios de la ley, lo rechazaron. Cristo había dado a los dirigentes judíos de su tiempo evidencia abundante de su autoridad y poder divinos, pero aunque estaban convencidos, no aceptaron la evidencia. Cristo les había mostrado que continuaban sin creer porque no tenían el espíritu que induce a la obediencia. Les había declarado: “Habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición… En vano me honran, enseñando doctrinas y mandamientos de hombres”. Mateo 15:6, 9 (Palabras de vida del gran Maestro, p. 276).[Cristo] era leal a los mandamientos de Dios, poniendo a un lado las tradiciones y requerimientos humanos, que se habían ensalzado en su lugar. Por causa de esto fue aborrecido y perseguido. Esta historia se repite. Las leyes y tradiciones de los hombres son ensalzadas por encima de la ley de Dios, y los que son fieles a los mandamientos de Dios sufren oprobio y persecución. Cristo, por causa de su fidelidad a Dios, fue acusado como violador del sábado y blasfemo. Se declaró que él estaba poseído por un demonio, y se lo denunció como Beelzebub. De igual manera sus seguidores son acusados y calumniados. Así espera Satanás inducirlos a pecar y deshonrar a Dios (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 134, 135).
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NOTAS DE ELENA
LECCIÓN DE ESCUELA SABÁTICA
IV TRIMESTRE DEL 2021
Narrado por: Patty Cuyan
Desde: California, USA
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