¿Qué me pongo hoy?

Cuando vivía en California, los años que tuve que trabajar allí todos los días eran un fastidio, no solo por levantarme temprano, sino que todos los días tenía que preocuparme y decidir que ropa usar. El día que decidí irme a estudiar a México eso cambio totalmente porque llevábamos uniforme, la verdad al principio no me gusta la idea, pero recordando aquellas mañanas en California sin saber que ponerme, ya no lo veía tan mal.

Después que termine la universidad, tuve que seguir usando uniforme porque en México y quizá en otros países también lo hacen las Maestras en las escuelas llevan un uniforme, así que con el tiempo nos acostumbramos y creo que hasta nos hace sentir con mucha más personalidad.

Muchos de nosotros, Mujeres y Hombres se levantan por la mañana y tienen que escoger ropa para ir a trabajar. De cualquier manera, ya sea que nos quedemos en casa o que salgamos a trabajar, siempre tenemos que escoger algo con qué vestirnos.

Y en eso quiero que reflexionemos hoy, quizá cada mañana te paras frente a tu clóset o armario, y te haces la proverbial pregunta: “¿qué me pongo hoy?”, a la cual seguro respondes con la también consabida respuesta: “no tengo nada que ponerme” (independientemente de cuánta ropa haya en ese clóset o armario… pero eso es tema para otro día, ¿verdad?). Sin embargo, quiero que pensemos en esa pregunta de una manera un poquito diferente: “¿cómo voy a vestir hoy mi corazón? ¿qué le pongo?”

Tal vez no nos damos cuenta, y lo hacemos de manera automática o subconsciente, pero cada día nosotros vestimos nuestro corazón y nuestra mente. A veces de una manera linda y fresca, otras con ropa vieja y ajada, o fea. ¿Y cuál será la mejor vestimenta en este caso?

En la biblia encontré este versículo…Vístanse con la belleza interior, la que no se desvanece, la belleza de un espíritu tierno y sereno, que es tan precioso a los ojos de Dios. 1 Pedro 3:4.

Y así como lo puedo entender es vestirnos con esa belleza interior que tenemos, nuestro corazón que es lo más precioso que ve Dios de cada uno de nosotros…

Cada día debemos pedirle a nuestro Dios que nos ayude a escoger cada mañana el mejor vestido para nuestro corazón. Ese que Él nos muestra en su Palabra, hecho de compasión, bondad, humildad, gentileza, paciencia… y sobre todo, de amor.

Que al mirarnos al espejo, podamos vernos reflejados en Dios.

Linda Rumrrill

Acerca Del Autor

Linda Rumrril

Hija de Dios, esposa, maestra y escritora. A través de este blog, deseo compartir contigo mi experiencia vivida cada día tomada de la mano de Jesús.