22 DE MARZO
SALMO 119:25
«Abatida hasta el polvo está mi alma; vivifícame según tu palabra» (SAL. 119:25, RVR1960).

Algunos más, algunos menos, pero todos pasaremos por momentos de mucha tristeza en la vida. Por alguna pérdida o problema, quizás sentirás como si tu alma estuviera por los suelos, totalmente derrotada. Así se sentía David cuando escribió: «Abatida hasta el polvo está mi alma». Al decir «abatida hasta el polvo», presenta una descripción gráfica del alma como aferrada al polvo, es decir, tan debilitada que no puede levantarse por sí misma; como si su ser estuviera adherido con pegamento al suelo y la tierra lo estuviera sujetando firmemente. Esta misma frase se utiliza en el Salmo 44:25 para describir una persona hundida en una tristeza devastadora de la cual no encuentra salida por sí mismo: «Estamos abatidos hasta el polvo; nuestro cuerpo se arrastra por el suelo».

Como David, algunos pasaremos por tristezas tan profundas que nos sentiremos pegados al suelo, sin fuerza alguna para ponernos de pie. Sentiremos como si el suelo estuviera impregnado a nuestras mejillas y que, por más que intentemos, no hay en nosotros la fuerza necesaria para salir adelante. Sentiremos que nuestra alma está quebrantada y llora de tristeza (Sal. 119:20), a tal grado que parece que nos derretimos de pesares y preocupaciones por dentro (Sal. 119:28).

En esos momentos, ¿qué podemos hacer para salir adelante y levantarnos del suelo? Acudir a la Palabra de Dios. Habiendo declarado su condición de aflicción, David voltea a Dios y le dirige una petición: «Vivifícame según tu palabra». Él sabía que lo único que le podía dar ánimo y fortaleza para ponerse de pie era la Biblia, pues es miel que alegra el corazón decaído (Sal. 19:8) y bálsamo que restaura al afligido (Sal. 119:40). Conforme uno lee y piensa en la Palabra, encontrará en ella sustento y ánimo, como el agua da vida a un árbol sediento (Sal. 1:2-3). La Biblia puede vivificar, reanimar y confortar al alma decaída por afanes y angustias.

Pero más allá de solamente leerla, al decir «según tu palabra», David tiene en mente la promesa de Dios que vivificaría a aquellos que guardan y obedecen la Palabra (Lev. 18:5). Él está buscando auxilio del Señor, y sabe que conforme su corazón sea expuesto a la Biblia, dedique su mente a entenderla y su voluntad y cuerpo a obedecerla, será reavivado. El Salmo 119 utiliza la palabra «vivificar» en numerosas ocasiones, para enseñar que el ánimo que la Biblia produce en la vida de los cristianos entra en efecto conforme uno estudia y medita su mensaje, y a su vez, en obediencia a Dios, continuamente pone en práctica lo que aprende de ella (Sal. 119:37, 40, 88, 93, 107, 149, 154, 156, 159).

El Salmo 119:25 nos enseña que la única manera en la que podremos enfrentar con gozo y paz la tristeza y situaciones difíciles en la vida es por medio de conocer y obedecer la Palabra de Dios.

===================
SALMOS
DEVOCION MATUTINA VESPERTINA
Narrado por: Joyce Vejar
Desde: Arizona, USA
===================
|| www.drministries.org ||
===================