Un Salmo que enamora

Cuando decidimos estar en la presencia de Dios y habitar en su casa; Él sana las heridas, nos protege, nos calma, conforta, ánima, guía, da fuerza, corrige, endereza y nos lleva por el buen camino. Nos pone en lugares de privilegio, nos llena de su gozo y de su paz en momentos de dificultad.
Salmos 23.