*Cuando llegues a Dios en oración, cuéntele todo lo que hay en tu corazón.
Desahógate con Dios, suelta tus cargas y pon todo en manos de Él.
“Echa sobre Jehová tu carga, y Él te sostendrá, no dejará para siempre caído al justo”. (Salmos 55:22).
*Llegue a Dios en oración con humildad.
*Ore con compromiso. Comprométase con Dios.
*Ore con fé.
Dios espera con los brazos abiertos a sus hijos que se acercan a Él con una oración sencilla pero con el corazón, humilde, con compromiso y fé.
Recordemos la historia de Ana. (1 Samuel 1:1-28).